Hola fernanda,

Cuando los niños crecen lejos de su padre, es importante que convivan con alguna persona del sexo masculino, por ejemplo, con el abuelo, un tío o un primo mayor, o bien, con un amigo de la madre, pues el niño buscará en él, a la figura paterna.
Esta convivencia lo ayudara a desarrollarse, a sentirse más seguro y facilitará la socialización con otras personas; sin embargo, también es conveniente que conviva con otros niños de su edad para que, poco a poco, vaya logrando su autonomía.
Evidentemente, llegará un momento, en que el niño comience a hacer preguntas sobre su padre, y habrá de responderle con seguridad y con la verdad, y de ser posible, evitar que el niño crezca con una deteriorada imagen de su padre. Además, será necesario fomentar una relación de comunicación y confianza con él (sin que llegue a ser una relación de apego) para que pueda apoyarse en su madre y enfrentar los comentarios de otros niños.
En muchos casos la madre sobreprotege a su hijo y trata de concederle todas sus peticiones, como una forma de sustituir o de compensar la ausencia del padre, pero hay que tener cuidado, pues a la larga, esto podría ser perjudicial para el hijo.
Es casi imposible ser padre y madre a la vez. Lo que sí es posible, es brindarle una educación adecuada a los hijos y enseñarles que aunque el padre no viva con ellos también hay límites y reglas que respetar.

Un saludo.


Equipo espacioLogopédico.com