el daño cerebral adquirido puede estar causado por un amplio espectro de patologías, aunque entre ellas sobresalen los traumatismos craneoencefálicos y los ACV, comúnmente conocidos como ictus. Las que no cambian son las consecuencias derivadas de su aparición, secuelas que pueden marcar de por vida al paciente si logra sobrevivir y que exigen una atención integral y multidisciplinar que toca tanto al campo social como al sanitario. Una atención a la que, de un tiempo a esta parte, el colectivo alavés de afectados Atece también ha incorporado el arte, la llamada arteterapia, un vehículo que permite a los afectados, pero también a sus familiares, desarrollar la capacidad de reflexión, de comunicación, de expresión y de desarrollo personal con el objetivo último de mejorar su bienestar físico, emocional y social.

El proyecto Cuidarse para cuidar ha sido el resultado de la incorporación de esta disciplina en la actividad diaria de Atece. Desde el pasado 20 de diciembre y hasta ayer, el centro cívico Hegoalde de Gasteiz ha acogido una selección de obras realizadas en los últimos meses por estos improvisados artistas, también de la arteterapeuta que ha trabajado de su mano, Garazi de Ayala, que ha plasmado “desde fuera” su visión de las cosas. Todas mezcladas, pero con conocimiento de causa.

“La intención era que no se supiese de quién era cada una, sino comunicar una serie de emociones y problemáticas”, destaca la propia De Ayala. En su último día, la exposición tuvo una importante afluencia de visitantes, una buena sensación que se extiende también a las jornadas precedentes. “La gente está contenta porque ha salido con la sensación de que se ha conocido la parte más humana de los afectados y los familiares”, remarca de nuevo la arteterapeuta.

Atece, que en este 2015 cumple 20 años de vida, ha buscado con esta iniciativa acercar la problemática del daño cerebral a la ciudadanía, informar sobre la herramienta de arteterapia y pedir también personas voluntarias dispuestas a invertir algo de su tiempo. Gracias al uso de la arteterapia, numerosos familiares de afectados, esos cuidadores de 24 horas, han conseguido un resultado muy positivo, conectando de nuevo con sus deseos, aspiraciones y miedos. “No se explicarlo... pero yo de aquí salgo distinto... como con más ganas de todo”, reflexiona uno de esos familiares. Aunque ya es tarde para visitarla, no cabría descartar nuevas iniciativas similares en un futuro dado el éxito que ésta ha cosechado.

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2/03/2015