Que los niños son como esponjas es una verdad que ya nadie discute. Pero la pregunta que nos hacemos como padres es cómo aprovechar al máximo la plasticidad de sus cerebros para convertirlos en seres humanos competitivos, exitosos, seguros de sí mismos, solidarios y, sobre todo, felices.

En décadas pasadas se pensaba que con solo estimular el coeficiente intelectual con habilidades en el área de las matemáticas, lógicas o verbales era suficiente. Pero hoy en día se sabe que no existe un solo tipo de inteligencia y que los caminos para conseguir el pleno desarrollo de un individuo pueden ser muchos. Desde ese punto de vista puede afirmarse que existen ocho tipos de inteligencia: verbal, lógico-matemática, musical, espacial, corporal, naturalista, personal e interpersonal (estas ultimas dos asociadas a la autoestima y capacidad de destacarse entre la colectividad). ¿Por qué no comenzar desde ya a trabajar con su bebé o su niño de edad preescolar? Es ahora cuando su cerebro se muestra más activo para formar conexiones neuronales, pues es en este momento cuando los ocho tipos de inteligencia están comenzando. ¿Qué es la estimulación temprana? La estimulación temprana no se enfoca únicamente en aspectos intelectuales, también involucra aspectos sociales, emocionales, sensoriales, afectivos y físicos del infante. Consiste en una serie de juegos y ejercicios con la intención de proporcionar estímulos repetitivos para desarrollar la capacidad cerebral del niño. La estimulación temprana no es un proceso mecánico, no tiene el fin de que el niño aprenda un concepto de memoria. Es un programa creativo e imaginativo, un proceso que busca mediante el juego y la diversión despertar el interés del niño hacia un objeto y ganarse su atención. Anímese y busque en diferentes sitios o portales web cómo estimular a su pequeño. Asimismo, hay diferentes centros en la capital donde se practican programas para los niños de 0 a 7 años.

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2/08/2015