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Intervención Temprana en Necesidades Educativas Especiales de Trastornos del Espectro Autista de niveles Severos y moderados. (Parte II)

Carretero, M., explica el enfoque psicogenético de Piaget, J. en que es el sujeto quien construye su conocimiento a medida que interactúa con la realidad, usando los procesos de construcción del conocimiento, como Asimilación, Acomodación y Equilibración, en definitiva, el desarrollo cognitivo es una sucesión de interacciones entre procesos de asimilación y acomodación en busca de equilibrios cada vez más estables y duraderos.
Lili Ortega López | 1/08/2007
III. Intervención PsicoEducativa.

Para poder entender el foco de la intervención pedagógica, se hace necesario la revisión de criterios diagnósticos estudiados por Riviére, Á., y corroborados por Martos, J., en que se señala que es el patrón prototípico de presentación del trastorno, el que provoca preocupaciones, ya que en el estadio y subestadio en que debieron ocurrir los hitos del desarrollo, surgen alteraciones como: ausencia de conductas de comunicación intencionada (pedir, declarar), pérdida de intersubjetividad, iniciativa de relación, respuestas al lenguaje y conducta de relación y una evidente alteración cualitativa del desarrollo. Existe un marcado aislamiento, limitación o ausencia del lenguaje, sordera paradójica, presencia de rituales, oposición a cambios y ausencia de competencias intersubjetivas y de ficción.

Aquéllos que mediamos con los aprendizajes de los alumnos/as con TEA, quedamos fascinados y perplejos por conocer los procesos cognitivos que les hacen ser y comportarse de manera especial; sabiendo que el autismo, “esa enigmática anormalidad del cerebro, es el trastorno prototípico del desarrollo social y cognitivo, que impide que los niños desarrollen habilidades sociales, comunicativas y cognitivas normales, es un trastorno grave e incapacitante, que afecta a múltiples funciones del desarrollo psicológico, que se nos muestra no sólo retrasado, sino cualitativamente alterado, a modo de distorsión, respecto al desarrollo normal”.(Tortoza, P.)

Las extrañas conductas autistas, desconexión y enajenación al medio, ignorando su alrededor y sumidos en la más profunda soledad, nos provoca incertidumbre, frustración y nos hace referirnos a lo que por largos años ha sido el motor de la civilización, la Educación, ésta cumple un rol importante como proceso de humanización. Nos permite comparar el desarrollo autista del desarrollo normal, constituyendo una fuente de ideas útiles para comprender con profundidad aspectos del desarrollo infantil; el proceso de humanización, que a veces pasa desapercibido en muchas explicaciones evolutivas. (Kaufmann, L).

Riviére, A. menciona sobre la “aceptación de forma casi universal que el tratamiento más eficaz del autismo con que contamos actualmente es la educación”. El autismo es en gran medida la consecuencia de un trastorno importante de procesos críticos del desarrollo que tienen lugar en el niño normal en el llamado período preoperatorio, o “la sombra que deja en el desarrollo una dificultad o imposibilidad de construir ciertas funciones psicológicas cuyo momento crítico de adquisición se extiende entre el año y medio y los 5 o 6 años”; estas funciones son el lenguaje, competencias de ficción, (posibilidad de definir mundos simulados), procesos de acción conjunta y negociación (pautas de acción cooperativa), pautas competitivas, funciones de autoconciencia, conciencia reflexiva y organización de experiencias narrativas. (Núñez, M.)

Es decir, aquellas funciones psicológicas que permiten entrar en el mundo de lo humano y ser parte, por lo tanto, de la vida social.

Entre los 12 y 18 meses y los 5 o 6 años, los niños normales desarrollan capacidades de una enorme complejidad y lo hacen a través de las interacciones naturales y espontáneas con las personas que los rodean; adquieren lenguaje o capacidad de construir un número infinito de estructuras simbólicas complejas, con el objetivo de compartir mundos mentales, o modificar situaciones a través de las personas. Se hacen mentalistas, pueden comprender el mundo mental de otras personas, aunque no coincida con el propio, es decir, elaboran competencias de ficción que les permiten ir definiendo mundos simulados. Desarrollan experticia en pautas de interacción cooperativas y competitivas, organizando la experiencia de forma narrativa.

Estas funciones mentales, que se adquieren en interacciones naturales en una fase crítica, por aprendizaje incidental, es decir, que no requieren de una enseñanza explícita tienen un aspecto común muy significativo para comprender por qué los autistas tienen tantos problemas para adquirirlas.

Es de importancia considerar, que si bien estas funciones superiores básicas se producen de un modo distinto en el niño autista, dependiendo de la gravedad del trastorno y del abordaje que se realice del mismo, es posible que en otros tiempos y con características que los particularicen, también estos niños las vayan adquiriendo.

Frente a esto, los conceptos explicados por Ayuda, R., logran indicarnos las pautas para elaborar una pertinente intervención psicoeducativa, por ejemplo, lograr la Generalización de los conocimientos implica hacer un despliegue de la conducta comunicativa en cualquier ambiente natural, el cómo Motivarlos, implica proporcionar objetos, acciones y juegos interesantes; la prestación de Ayudas evitará la frustración o la elevada sensibilidad hacia el error o fracaso. De alguna manera, lo que se pretende lograr en ellos, es la Intención (por encima de la forma comunicativa) y la Iniciativa, es decir, motivarlos a la interacción social y comunicacional.

Valdez, D., citando a Vigotsky, nos explica que “la ley fundamental del desarrollo de los procesos psicológicos superiores, sin los otros, la conducta instrumental no llegará a convertirse nunca en mediación significativa, en signo”, es decir sin los signos externos no sería posible la interiorización y la construcción de las funciones superiores, ejemplo de ello, es el desarrollo del gesto de señalar, primero el movimiento de Asir, se transforma en Señalar, así queda demostrado que una operación externa se construye y comienza a suceder internamente, pero con la presencia de un adulto que medie esta información. Así, la Zona de Desarrollo Próximo, refleja la distancia entre el nivel real de desarrollo (capacidad de resolver independientemente un problema) y el nivel desarrollo potencial o la resolución de un problema bajo la mediación de un adulto, toda actividad psíquica superior fue externa y social antes de ser interna, pero, de la categoría intrapsíquica, está referida la atención voluntaria, memoria lógica, formación de conceptos y desarrollo de la voluntad.

Carretero, M., explica el enfoque psicogenético de Piaget, J. en que es el sujeto quien construye su conocimiento a medida que interactúa con la realidad, usando los procesos de construcción del conocimiento, como Asimilación, Acomodación y Equilibración, en definitiva, el desarrollo cognitivo es una sucesión de interacciones entre procesos de asimilación y acomodación en busca de equilibrios cada vez más estables y duraderos. Teniendo claros los lineamientos a seguir en una intervención consistente, insistente y persistente entenderemos que “la enajenación autista del mundo humano es un desafío serio, pues nuestro mundo no sería propiamente humano si aceptara pasivamente la existencia de seres que, siendo humanos, son ajenos”. Riviére, A.
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