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Aprender RESOLVIENDO PROBLEMAS: Una estrategia necesaria. (Parte I)

En el aula enfrentar una situación determinada que se presenta como un problema a resolver crea un ambiente de aprendizaje en el que los docentes alientan a los estudiantes a pensar y los guían en su indagación, con lo cual les permiten alcanzar niveles más profundos de comprensión.

Los docentes se esfuerzan permanentemente por crear experiencias de aprendizaje  conectadas entre sí, actividades que permitan a sus alumnos captar las complejidades que debemos afrontar actualmente como integrantes de una comunidad global, así como las situaciones cotidianas. Experiencias, en suma, que pongan de relieve la necesidad de ser personas flexibles y tener una mente abierta.
 
Vamos por la vida afrontando problemas, esforzándonos por resolverlos y hallándoles soluciones, y todo esto nos brinda oportunidades de aprender. Si uno pidiese a distintas personas que describan una ocasión de su vida en la que realmente aprendieron algo que hoy recuerden con clara comprensión, la mayoría de ellas no recordará una experiencia educativa formal. Muchas relacionarán tal ocasión con el momento en que debieron afrontar algún problema más allá de si lo resolvieron o no.
 
Problemas confusos, no estructurados, se convierten en el foco de nuestra investigación y nuestro pensamiento, y nos acercan cada vez más a la comprensión y a la resolución. Nos colocan frente a  situaciones que exigen tomar decisiones basadas en criterios sólidos, que tengan en cuenta los intereses en conflicto y la información incompleta con la que se cuenta. Así es el aprendizaje basado en problemas: una situación donde el problema es central y el aprendizaje es promovido y desarrollado en el proceso de investigarlo y resolverlo.
 
En principio, tenemos ante nosotros una situación o cuestión nueva a resolver y para solucionarla no hay una vía directa o un planteamiento estándar, uno no sabe, en un primer momento, cómo llegar a la solución, pero esto se constituye en un desafío si se ha planteado el problema teniendo en cuenta los intereses del grupo de estudiantes. Si para una persona no hay nada que resolver, no hay problema. El interés por resolver la cuestión asegura que se llevarán a cabo los procesos necesarios y enriquecedores necesarios para ello (buscar, investigar, relacionar, etc.)
 
Esta forma de aprender ofrece muchas oportunidades de que los estudiantes interactúen entre sí y con los contenidos. Nos encontraremos entonces con:
 
-                Alumnos entusiasmados con el aprendizaje
-                Alumnos que se esfuerzan por aprender o comprender más profundamente una cuestión complicada
-                Alumnos que muchas veces ni siquiera se hablan se encuentran trabajando juntos en un tema
-                Alumnos que debaten en conversaciones animadas algún aspecto del trabajo escolar
-                Alumnos que comparten información con otros que la desconocen
 
 
Todos los días se nos presentan problemas que afectan nuestra vida personal y profesional. La habilidad no sólo de afrontarlos sino también de identificar las cuestiones clave, de obtener información y de atravesar eficazmente esas situaciones contribuye a que alcancemos el éxito en cualquier cosa que nos propongamos lograr. Construir una red mental de esas experiencias nos permite establecer conexiones mediante la asociación y la interpretación, un proceso mucho más complejo y más rico que la llamada “transferencia del aprendizaje” en la pedagogía tradicional.
 
La mayoría de nosotros está familiarizado con modelos de enseñanza en los cuales primero aprendemos contenidos y procesos a través de la clase del docente, la enseñanza directa y el descubrimiento guiado. Luego aplicamos ese nuevo aprendizaje en situaciones estructuradas, en contextos problemáticos y en ejercicios de respuesta obligatoria diseñados para comprobar si aprendimos o dominamos lo que se enseñó. Este paradigma de enseñanza, que sigue la frecuencia enseñar-aprender-aplicar fue la norma en nuestras escuelas durante largo tiempo. Aprender a partir de la resolución de problemas reformula nuestra práctica colocando a los alumnos frente a una situación confusa, no estructurada en la cual deberán desarrollar distintas estrategias para alcanzar una solución viable.
 
En el aula enfrentar  una situación determinada que se presenta como un problema a resolver crea un ambiente de aprendizaje en el que los docentes alientan a los estudiantes a pensar y los guían en su indagación, con lo cual les permiten alcanzar niveles más profundos de comprensión.          
 
La idea es que, para aprender,  hay que problematizar lo teórico, los ejercicios y las actividades que se plantean en las clases. En el campo de las Ciencias, por ejemplo, hay que hacer énfasis en el hecho de que "resolver problemas científicos" no significa una "tarea de hacer", sino "una actividad científica verdadera", con la cual, los estudiantes construyen los nuevos conocimientos que se consideran fundamentales para desempeñarse como profesionales competentes en ese campo.

 

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