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Prevención y tratamiento a las alteraciones de la audición y el lenguaje. (Parte III)

Mediante la comunicación se trasmiten valores, experiencias, hábitos, normas, costumbres, modos y pautas de comportamiento; se aportan reflexiones, valoraciones, vivencias y motivaciones; se propicia, además, la incorporación correcta de patrones y valores sociales con métodos de gratificación y sanción; se plantean estímulos para modificar ideas, costumbres y actitudes.

La comunicación es el eje de toda la interacción en la cotidianidad familiar. Mediante la comunicación se trasmiten valores, experiencias, hábitos, normas, costumbres, modos y pautas de comportamiento; se aportan reflexiones, valoraciones, vivencias y motivaciones; se propicia, además, la incorporación correcta de patrones y valores sociales con métodos de gratificación y sanción; se plantean estímulos para modificar ideas, costumbres y actitudes. La comunicación es la expresión más completa de las relaciones humanas.
 
Para que la comunicación sea efectiva innegablemente se hace necesario la presencia mínima de dos personas: la que habla  (emisor-codificador) y la que escucha (receptor-decodificador). Resulta prudente valorar que toda comunicación es eficiente en la medida en que el mensaje elaborado por un codificador sea tomado como estímulo por un decodificador. La posesión de una capacidad co-decodificadora para elaborar intencional y convencionalmente un mensaje y entenderlo parte de la premisa de que es un proceso netamente humano.
 
Cabe entonces en este momento distinguir dos tipos esenciales de la comunicación: la verbal y la extraverbal. Se está en presencia de una comunicación verbal cuando el mensaje elaborado se produce mediante la actividad de los complejos procesos corticales superiores del hombre, viaja en forma de energía nerviosa a través de las vías eferentes a los órganos fono-articulatorios, los cuales al movilizar sus estructuras, emiten los fonemas que se propagan por el medio aéreo y alcanzan los órganos auditivos periféricos del hombre decodificador, viajan esta vez por vía aferente, llegando a las zonas corticales especializadas para comenzar su entendimiento.
 
En el caso de la comunicación extraverbal  se efectúa por otros canales diferentes al habla con la misma base co-decodificadora, entre ellos: escritura, banderolas, señales de humo, toques de tambores, silbatos, mímica, gestos, miradas, posturas y movimientos, entonación y otros atributos de la voz y reacciones afectivas. La comunicación extraverbal cumple determinadas funciones: facilita el lenguaje verbal, añade el componente emotivo al racional, mantiene equilibrio individual, interpersonal y social y participa en la intencionalidad de la
 
 
Comunicación.
 
Ahora bien, no siempre se aprecia calidad en la trasmisión de los mensajes, gran parte de los casos por alteraciones en los niveles de la comunicación oral, a saber:
•          Lenguaje: Es la capacidad superior exclusiva del hombre, de abstraer y generalizar los fenómenos de la realidad, reflejándola por medio de los signos convencionales (Cabanas R., 1979.Es la forma de comunicación entre los humanos y se realiza mediante signos lingüísticas verbales o escritos; dígase los fonemas y los grafemas. Tiene un carácter psicofuncional y social.
 
Alteraciones en el lenguaje:
 
RETRASOS DEL LENGUAJE: Existe un retardo en la adquisición de las diferentes etapas del desarrollo cronológico del lenguaje infantil.
 
AFASIAS: Derrumbe parcial o total del sistema funcional del lenguaje ya establecido.
 
Habla: Equivale a la palabra, constituye la acción de los órganos fonoarticulatorios. Es la herramienta de que se sirve el lenguaje para manifestar las ideas. Tiene un carácter físico-fisiológico.  
 
 
Alteraciones en el habla:
 
DISLALIAS: afección articulatoria, orgánica o funcional (no neurológica en su origen) que toma la construcción de los fonemas y sus realizaciones concretas: los diversos sonidos articulados
 
DISARTRIAS: alteraciones articulatorias con base orgánica neurológica.
 
TARTAMUDEZ: epifenómeno psicofuncional reaccional que monta sobre desequilibrio ideo-verbal fisiológico.
 
TARTALEO: disfluencia oral de origen heredo-constitucional que puede afectar los otros canales de la comunicación, así como el desarrollo general del individuo.
 
Rinolalias: cambio patológico del timbre de la voz y alteración de los sonidos del lenguaje, condicionado por un trastorno de la participación normal de la cavidad nasal en los procesos de formación de la voz y de la articulación.
 
Voz: Toda la emisión de sonidos producida por el órgano laríngeo. Es el vehículo sonoro de las palabras y se caracteriza por lo afectivo-emocional.
 
Alteraciones en la voz:
 
DISFONÍA: Alteraciones del timbre vocal
 
AFONIA: Ausencia de la voz.
 
TONOPATÍAS: Alteraciones del tono vocal
 
RINOPATÍAS: Alteraciones de la resonancia vocal.
 
 
¿Cómo prevenir las alteraciones de la audición y el lenguaje?
La educación es un hecho social que busca proveer al ser humano de los medios necesarios para que pueda enfrentarse con éxito a la vida y, en ese contexto, desde las primeras edades, se prevé la preparación del niño/a no sólo para que llegue a ser un buen estudiante, sino también para que desarrolle todas sus potencialidades y se convierta en una persona adaptada, útil y equilibrada. En ese noble bregar, en la cotidianidad del trabajo del maestro de la enseñanza primaria no siempre sucede así, muchos se agobian por el bajo o escaso aprovechamiento académico de sus alumnos, sobre todo en la etapa inicial del aprendizaje formal de la lectoescritura y de las matemáticas, es decir, en el primer grado, debido en la mayoría de los casos a la inexperiencia y, en ocasiones, al desconocimiento de dónde, cómo y por qué surgen las dificultades en el aprendizaje. Los sistemas de ayudas no son efectivos, se agudizan los problemas y el estudio y la investigación de las causas, comienzan con la aparición de los fracasos escolares, cuando lo necesario y oportuno es el accionar preventivo para evitar que surjan antecedentes que limiten un aprendizaje eficaz.
 
De manera tradicional, el término ¨prevención¨ se utiliza más comúnmente en contextos médicos, psicológicos, clínicos, del tránsito, de seguridad laboral, en determinados casos de catástrofes o fenómenos naturales adversos, contaminación atmosférica, etc., que en el ámbito educativo. Hoy se emplea en diversas disciplinas científicas con la finalidad de actuar antes de que ocurra un problema o en los primeros momentos de su aparición, a fin de evitar que cause un deterioro mayor.
 
Generalmente, en el ámbito educativo las acciones con carácter preventivo se utilizaban y aplicaban en el área de la Educación Especial; sin embargo, el concepto mismo de prevención en el área educativa adquiere una dimensión y alcance más abarcadores, pues se coloca en el centro de toda la actividad docente como estilo y práctica del trabajo pedagógico capaz de incluir a todos los alumnos, responsabilidad rectora de la Educación Especial en el asesoramiento al resto de las enseñanzas a partir de la experiencia y la calificación de los profesionales de este tipo de educación y bajo el sustento teórico de la concepción vigotskiana, con particular énfasis en los fundamentos teóricos acerca del trabajo correctivo compensatorio.
 
La importancia del trabajo de prevención se sustenta en la práctica educacional, ya que muchas deficiencias pueden evitarse si se logra una eficiente atención primaria. Por ello, la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su Programa de Acción Mundial considera la prevención como un propósito central y como la adopción de medidas encaminadas a impedir que se produzcan deficiencias físicas, mentales y sensoriales, o a evitar que, de producirse tengan consecuencias físicas, psicológicas y sociales negativas tales como la discapacidad y la minusvalía (Núñez Rodríguez, 1997, p.23).
 
Con un marcado compromiso con el tema de esta investigación, Fernández Pérez de Alejo (2006, p. 6-7) considera que la prevención es un sistema de medidas con valor pronóstico para detectar, evitar y atenuar la discapacidad en las personas y propiciar la potencialización del desarrollo humano; este último criterio en consonancia con la necesaria estimulación para potenciar y promover el desarrollo de los niños/as desde las primeras edades tomando en cuenta su historia de vida, necesidades y demandas del desarrollo 
 
A nivel internacional existen cuatro niveles de prevención (Núñez Rodríguez, 1997, p. 34):
 
El primer nivel también llamado prevención primaria, dirigido a tomar medidas cuando las deficiencias aún no han aparecido. Se aplica en un marco supuestamente sano compuesto por individuos de grupos de riesgo, o sea, individuos que presentan un mínimo importante de factores causales de orden biológico, psicosocial, económico y ambiental, los que en su conjunto podrían provocar una alteración determinada que afecte el desarrollo normal de los niños/as. En este sentido, la atención se centra, en primer lugar, en el trabajo con los niños/as con factores de riesgo, reforzando con ellos, sus familias y el entorno social todo un sistema de medidas para eliminar o atenuar oportunamente el efecto de las condiciones negativas desencadenantes.
 
El segundo nivel, denominado prevención secundaria, se aplica ante la aparición de enfermedades, la detección de alteraciones congénitas o en casos de accidentes, para evitar que, surja una deficiencia, es decir la pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica, caracterizada por pérdidas o anomalías innatas o adquiridas, de carácter permanente o,   sencillamente temporales. El propósito esencial de este nivel es evitar que la deficiencia se establezca como discapacidad.
 
El tercer nivel de prevención, conocido también como prevención terciaria, se aplica a los individuos con deficiencias en la esfera psicológica y fisiológica para evitar el surgimiento de algún tipo de discapacidad. Se identifica con la rehabilitación, considerada como el sistema de acciones que se realizan con el objetivo de lograr que una persona con determinada deficiencia alcance un nivel funcional físico, mental y/o social óptimo, por lo cual se implementan una serie de medidas encaminadas a compensar la pérdida de una función o una limitación funcional.
 
Por último, el cuarto nivel de prevención o  prevención cuaternaria, se dirige a personas discapacitadas para evitar el desarrollo de minusvalías. Se basa en la equiparación de oportunidades, o dicho de otro modo, en el proceso mediante el cual el sistema general de la sociedad se hace accesible para todos.
 

Sin dejar de reconocer el valor de este esquema conceptual, la prevención debe concebirse con un criterio más integral, global y positivo que brinde la posibilidad de apreciarla como un sistema de influencias que deben ejercerse en el ámbito educativo antes de la aparición de las posibles dificultades para corregir o compensar tempranamente las limitaciones ya existentes, eliminando o atenuando las condiciones que las provocan.  

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