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Importancia de la comunicación entre la familia y la escuela (Parte II)

Cuando familia y escuela actúan de manera conjunta y coordinada, a partir de una buena comunicación, el aprendizaje, el éxito escolar y la resolución de problemas cotidianos se presentan como algo más fácil de tratar.

La importancia de la comunicación entre la familia y la escuela

En un contexto donde la escuela y la familia trabajan conjuntamente y se apoyan, la credibilidad de ambos se incrementa, lo que acaba repercutiendo en el bienestar de los niños y en un mayor desarrollo.

Cuando familia y escuela actúan de manera conjunta y coordinada, a partir de una buena comunicación, el aprendizaje, el éxito escolar y la resolución de problemas cotidianos se presentan como algo más fácil de tratar.

La familia espera de la escuela que proporcione a niños y niñas niveles de formación adecuados para su inserción en la vida adulta, así como que inculque valores, actitudes y pautas de comportamiento.

Todo esto debe hacerse de manera conjunta entre los dos pilares fundamentales de la educación y quedará distorsionado si no se trabaja de manera conjunta.

Cada día los padres y las madres están más convencidos de que la escuela tiene una función centrada en las metas académicas y en la educación en valores. 

Ni la escuela ni la familia pueden llevar adelante el reto de educar a niños y construirlos como ciudadanos de manera aislada. La escuela no es el único contexto educativo, dado que hoy en día familia y medios de comunicación también son importantes en la educación de los niños.

La escuela no puede hacer frente por sí sola a las necesidades de formación de los niños y precisa de la colaboración de los padres como agentes en la formación de sus hijos.

Se hace necesario que las familias se impliquen en la vida de los centros educativos, pero no porque la escuela no sea capaz de dar respuesta  a las demandas educativas, sino porque son responsables también de su educación.

Es fundamental que sepan que son dos grandes instituciones al servicio de los niños, responsables de formarlos como ciudadanos autónomos, reflexivos y autocríticos.

En todo este panorama, aprender a comunicarse de manera efectiva es algo vital.

Es muy importante establecer relaciones y canales de comunicación entre ambos. Cuando mantienen una relación estrecha, observamos:

- Una mayor coherencia entre normas, objetivos, valores y expectativas educativas.
- Mayor nivel de desarrollo en los niños.
- Correlaciones positivas entre actitud favorable de comunicación con el maestro y la competencia del niño.


Consecuencias de la falta de comunicación entre familia y escuela

La falta de comunicación puede tener efectos negativos sobre el desarrollo de los niños.

En el desarrollo del niño es muy importante el medio que le rodea y las personas encargadas de sus cuidados y de su socialización. Por ello, ver cuáles son las semejanzas y las diferencias entre los agentes de socialización es importante.

Cuando existe una discordancia entre los objetivos educativos, las expectativas, la comunicación… esto puede ser un ejemplo de discontinuidad en la experiencia de los niños en la familia y en el centro educativo, repercutiendo de manera negativa en su desarrollo.

Es obvio que la escuela y la familia son diferentes, trabajan desde marcos diferentes y sus papeles son bien distintos. Sin embargo, el objetivo de ambas instituciones debería ser el mismo.

Bronfenbrenner (1979) proponía en su teoría que el desarrollo infantil se ve favorecido por la participación en contextos distintos, donde el niño tiene la posibilidad de participar en otras estructuras sociales, realizando actividades diferentes y estableciendo relaciones con diferentes personas.

Así, podríamos percibir en un primer momento que las discrepancias leves entre escuela y familia podrían ser incluso beneficiosas. Sin embargo, la discontinuidad marcada en estos contextos, también argumenta este autor que puede tener consecuencias negativas.

La comunicación es un factor que influye de manera determinante en la relación entre la familia y la escuela.

Una comunicación fluida, positiva y basada en la empatía (y no en el juicio), permitirá conocer las necesidades de los alumnos y des sus familias.

Una familia que se sienta comprendida, escuchada y valorada es mucho más probable que se muestre receptiva en la escuela, se muestre abierta a comunicar sus dudas y participe en la comunidad educativa.

 

Referencias

1.    Anton, M. (2008). Planificar la etapa 0-6. Graó.
2.    Bassedas, E., Huguet, T., Solé, I. (2006). Aprender y enseñar en educación infantil. Graó.
3.    Bolívar, A. (2006). Familia y escuela: dos mundos llamados a trabajar en común.
4.    Equipo Docente en ABP. Comunicación grupal y dinámica grupal. Universidad de Murcia.
5.    Garreta, J. La comunicación familia-escuela en Educación Infantil y Primaria. Revista de la Asociación de Sociología de la Educación.
6.    Jurado Gómez, C. (2009). Tutoría y acciones para facilitar la comunicación y coordinación con las familias. Innovación y experiencias educativas. 

 

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