Un guayaquileño busca compartir sus conocimientos de musicoterapia a través de sesiones con adultos mayores, a quienes cautiva con un instrumento musical hecho de material reciclado.

La melodía capta la atención de los adultos mayores del Hospicio Corazón de Jesús en el centro de Guayaquil. Christian Monge dirige la sesión y los invita a viajar en sus mentes, mientras escuchan los sonidos de los instrumentos de percusión y de viento.

Se trata de una terapia que impulsa este guayaquileño, empleando elementos tan cotidianos como una botella de cloro. Entre estos se destaca el “pléyades drum”, una especie de tambor con forma de tortuga que él elaboró

“El instrumento es percutivo y melódico. Al usar las dos manos para tocarlo se emplea ambos hemisferios del cerebro. Tiene una afinación que conduce a la relajación”, explicó Monge.

Otro de los elementos diferentes de esta terapia del sonido es que los asistentes pueden involucrarse y tocar los instrumentos para así formar una canción.

Con entusiasmo los participantes aprovecharon para demostrar su talento musical, incorporando diversos sonidos.

“Relaja bastante, es conmovedor. Eso ayuda mucho a mejorar la salud.”, indicó Olga Ricaurte, participante de la terapia.

Camila Valdivieso, jefa del Departamento de Gerontología de esta entidad de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, explica su interés por estas sesiones

“La idea es brindar a través de esta terapia algún estímulo auditivo. Luego haremos sesiones de masajes relajantes”, señaló Valdivieso.

El “pléyades drum” también llamó la atención de la terapeuta holística Fernanda Marín. A ella le sorprendió que sea hecho en Ecuador.

“Su forma es ancestral. La frecuencia en la que está ayuda a la sanación”, especificó Marín.

El joven músico, con conocimientos en terapias alternativas, donó un instrumento y capacitó a los colaboradores del hospicio para que repliquen estas sesiones

http://www.ecuavisa.com
3/05/2015