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Protocolo de Psicología en la enfermedad de Parkinson

Dentro de una asociación de Párkinson, el área de psicología tiene como objetivo mejorar la calidad de vida y el estado psicológico de las personas con esta enfermedad, así como la del entorno de familiares y cuidadores.

La Enfermedad de Párkinson (EP) no solo afecta a nivel motor; los síntomas cognitivos y psicológicos son cada vez más evidentes por lo que es necesaria la presencia de los psicólogos para el tratamiento de las personas con EP

Dentro de una asociación de Párkinson, el área de psicología tiene como objetivo mejorar la calidad de vida y el estado psicológico de las personas con esta enfermedad, así como la del entorno de familiares y cuidadores.

Algunas de las tareas de los psicólogos son:

  • Bienvenida
  • Recogida de datos clínicos integral
  • Facilitar el proceso de adaptación a la enfermedad
  • Ayudar a afrontar la enfermedad en las distintas etapas
  • Favorecer la adherencia al tratamiento farmacológico y no farmacológico
  • Evitar el aislamiento social

 

En el caso de los familiares:

  • Facilitar la aceptación del diagnóstico
  • Normalizar las emociones (ira, culpa, miedo)
  • Favorecer una comunicación eficaz entre la familia y la persona con EP
  • Proporcionar apoyo emocional
  • Prevenir la sobrecarga de la persona cuidadora
  • Ayudar a reconocer la claudicación familiar
  • Preparar el momento del adiós

La evaluación psicológica es un continuo en el cual los criterios vendrán definidos por las necesidades de la propia persona afectada, acompañándola así en la evolución de su enfermedad.

El primer examen es la evaluación psicológica inicial o historia psicológica, este será el momento de recabar la mayor cantidad posible de información: anamnesis general, antecedentes psiquiátricos y psicológicos, intereses y aficiones, actividades premórbidas y actuales, situación laboral actual, autonomía, estado emocional, estado cognitivo, trastornos neuropsiquiátricos, trastornos de control de impulsos, pruebas realizadas.

 

El seguimiento de la persona puede realizarse según diferentes consideraciones: por cambios en la evolución de la enfermedad que requieran un estudio específico, por ejemplo.

Para la evaluación se debe tener en cuenta el estado de la persona con la enfermedad en el momento presente, en cuanto a fluctuaciones, efectos del tratamiento, etc. Pues de ello también dependerá el resultado de la prueba

 

Índice orientativo

 

Datos personales

Nombre

Fecha de nacimiento

Fecha de informe

Teléfono de contacto

Antecedentes personales

Nacimiento

Núcleo familiar

Vida laboral y personal

Intereses y aficiones

Actividades premórbidas

Nivel de autonomía

Antecedentes familiares

Situación familiar actual

Cuuidador y apoyos disponibles

Sobrecarga del cuidador

Diagnóstico

Datos referentes al diagnóstico (¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo?)

Antecedentes médicos

Lateralidad

Sintomatología

Pruebas de neuroimagen

Tratamiento actual

Otras enfermedades

Datos psicológicos

Actitud ante la enfermedad

Estado emocional actual

Estatus cognitivo

Trastornos neuropsiquiátricos

Trastornos de control de impulsos

Presencia de apatía

Presencia de síntomas no motores

Indicaciones de intervención terapéutica

 

Evaluación cognitiva

La evaluación cognitiva tiene como objetivo realizar una evaluación exhaustiva de las diferentes funciones para determinar el rendimiento del paciente en estas. En este paso es importante realizar una entrevista tanto a la persona en EP como a los familiares y cuidadores, seleccionar los instrumentos de evaluación más adecuados para la persona e interpretar los resultados (Blázquez-Alisente, González-Rodríguez y Paúl-Lapedriza, 2011).

Se deben evaluar las siguientes funciones:

  • Atención
  • Memoria (principalmente la memoria declarativa y visual tanto semántica como episódica, así como la memoria del trabajo)
  • Funciones ejecutivas
  • Lenguaje
  • Praxias
  • Gnosias

 

La mayoría de las personas con EP pueden presentar a lo largo de la evolución de la enfermedad alteraciones emocionales, conductuales y cuadros psicopatológicos susceptibles de mejora con una intervención psicoterapéutica adecuada.

En los Grupos de Ayuda Mutua (GAM) para personas con EP la participación es voluntaria y el objetivo del grupo es mejorar la calidad de vida de las personas con EP en los diferentes estadios de la enfermedad; para ello es conveniente conocer motivaciones y expectativas comunes por las que se forma parte del grupo.

En las sesiones se trata de aportar información sobre síntomas y el tratamiento farmacológico, repercusiones psicológicas y neuropsiquiátricas de la enfermedad, acompañar el proceso de aceptación, entender y afrontar las nuevas situaciones que van apareciendo y abordar la sintomatología emocional en cada fase.

Se pueden desarrollar programas específicos como psicoeducación en autoestima, autocuidado físico, empatía, mejorar habilidades en la comunicación, cohesión de grupo entre otros.

Para las personas que requieren cuidados paliativos adquiere especial relevancia el trabajo en equipo, en el que prevalezca la cooperación y la colaboración ya que se han de cubrir necesidades multidimensionales, integrales y personalizadas. Los objetivos de la intervención terapéutica deberán enfocarse en:

  • Identificar los síntomas somáticos o alteraciones psicológicas que son percibidos por la persona con EP como una amenaza importante
  • Compensar, atenuar o eliminar dichos síntomas
  • Detectar y potenciar los propios recursos para disminuir, eliminar o prevenir su sensación de impotencia
  • Counselling

 

Antes de programar la rehabilitación o estimulación cognitiva es fundamental haber realizado una evaluación neuropsicológica completa a la persona con EP, así como una entrevista profunda al cuidador principal.

El papel de la familia, en especial el del cuidador principal es básico desde el diagnóstico de la enfermedad; para llevar a cabo este cuidado es importante que la familia esté informada y apoyada por un recurso como el GAM.

La primera visita a una asociación de Párkinson general en el paciente y en la familia sentimientos encontrados. Por un lado, miedo al futuro, pero también alivio al encontrar personas que viven la misma situación que ellos. La recepción por parte del personal debe ser muy cuidada ofreciendo confianza y comprensión.

 

Referencias

https://www.siis.net/documentos/ficha/569058.pdf

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