Es recomendable que se haga la prueba de agudeza visual a los niños cuando entran a la etapa de formación escolar, aunque no sepan leer, pues ello permitirá detectar, y en su caso corregir mediante el uso de anteojos, los principales trastornos visuales que se presentan a esa edad, tales como miopía, astigmatismo e hipermetropía.
En esa forma se les evitarán problemas de aprendizaje, desinterés en las lecciones y angustia porque no ven lo que se explica en el pizarrón, obtienen por lo tanto bajas calificaciones señaló Juan Carlos Cantú Reyes, oftalmólogo del HGR No. 1 “José Maria Morelos y Pavón” del IMSS.
Recomendó que a los cuatro años de vida y a los seis, periodo en el que hay un crecimiento significativo del globo ocular, y también de la alteración visual, se lleve al niño a revisión oftalmológica para determinar a tiempo si existen trastornos y atenderlos, pues conforme avanza la edad se tienen menos posibilidades de recuperar la nitidez visual, aún con anteojos.
Añadió que para los pequeños que todavía no leen ni reconocen las letras se cuenta con figuras que permiten evaluarlos. Antes de la edad preescolar, la mayoría de los niños tienen cierto grado de hipermetropía, es decir dificultad para ver de lejos y de cerca, pero desaparece a los seis años.
Explicó que el miope no ve de lejos pero si, y muy bien, de cerca; en tanto quien tiene astigmatismo puede ver bien de lejos y de cerca, pero mira distorsionadas las formas de las imágenes que capta.
Los padres, dijo, pueden realizar un prediagnóstico en casa. Para ello se coloca al niño a tres metros de distancia de donde ellos se encuentran, se le pregunta cuántos dedos ve; con la mano empuñada o se le pide que ponga con la manita como le están mostrando.
El doctor Cantu Reyes asentó que es de sospecha que el niño tienen problemas con al vista si con frecuencia se frota los ojos o se le ponen rojos; se acerca mucho al cuaderno, al libro o a la televisión; cuando escribe no sigue la línea; el profesor lo reporta porque copia mal los trabajos que le pide; cambia letras, por ejemplo la “e” por la “c” o la “b” por la “d”, lo que en ocasiones se confunde con dislexia, que es la dificultad para leer y escribir correctamente.
Hay niños que por, su carácter, no expresan las limitaciones que tienen para ver, y en la escuela los catalogan como los que no aprenden o no entienden.
Subrayó que quien usa lentes debe realizarse cada año una revisión para corroborar si se continúa con la misma graduación, y recomendó que los lentes para niños sean de armazón económico, pues si los pierde la reposición no resultara tan onerosa, mientras que el cristal debe ser endurecido o de mica para evitarles lesiones en caso de que se rompan.
Los padres deben estar conscientes de que los niños saltan, corren, patean pelotas, y no van a tener cuidado de sus anteojos, precisó, por eso también se recomienda el uso de “sujeta-lentes”. Quienes practican algún deporte pueden recurrir a los de tipo gogles.
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17/01/2007