La afasia es una alteración del lenguaje que ocurre después de una lesión cerebral. Los pacientes mantienen su inteligencia, sus recuerdos y personalidad, pero pierden la capacidad de comunicarse. La mayor parte de los casos de afasia son resultado de alteraciones en la circulación sanguínea del cerebro (principalmente infartos cerebrales que interrumpen la llegada de oxígeno y nutrientes a las áreas encargadas de procesar el lenguaje).
En los adultos un trastorno del aprendizaje se manifiesta de forma distinta a los niños, y representa desafíos y problemas sociales o emocionales, tales como una baja autoestima o un pobre autoconcepto.
La distonía oromandibular es una contracción involuntaria, repetitiva y sostenida o espasmódica de los músculos masticatorios de la cara y de la lengua.
Existen tres tipos de simplificación: De estructura, por asimilación y por sustitución.
Algunas de las causas de la parálisis de las cuerdas vocales son daño en los nervios durante alguna cirugía, infecciones virales y algunos tipos de cáncer, alguna lesión en la cabeza, cuello o pecho o esclerosis.
Antes de aseverar la existencia de un Retraso Inicial del Lenguaje en esta edad (18-35 meses), es necesario conocer el nivel de desarrollo del juego y el gesto en el niño pequeño, además, es importante considerar el nivel de desarrollo general para determinar si existen desfases en otras áreas que puedan dar indicios de dificultades adicionales.
Es importante que el estudio de la disfonía de los pacientes incluya pruebas de imagen como la laringoscopia o la estroboscopia laríngea para descartar alteraciones estructurales concomitantes y que afecten al desarrollo terapéutico o rehabilitador de la voz que realicemos.
El trabajo logopédico para todas las DTM consistirá en mejorar la postura, adquirir un adecuado trabajo respiratorio, mejorar la coordinación fonorrespiratoria, corregir las alteraciones de la articulación de la palabra y eliminar las tensiones musculares de las áreas prelaríngea y laríngea.
A medida que los niños desarrollan las habilidades del habla y del lenguaje, además de repetir palabras también se fijan en expresiones faciales.
Se presenta el caso de un niño varòn de 3 años y medio que reúne los criterios clínicos y electroencefalográficos del síndrome de Landau Kleffner. Este síndrome se caracteriza por la asociación de afasia adquirida, por lo general de tipo receptivo, y un trazado electroencefalográfico en el que se observan descargas de puntas y puntas-ondas focales, multifocales y generalizadas, que se incrementan durante el sueño.