Los casos de embolias o infarto cerebral aumentan cada vez más, al grado de que son la sexta causa de muerte en México, afirmó Lilia Núñez Orozco, jefa del área de Neurología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Al iniciar la reunión norteamericana de enfermedad vascular cerebral, la especialista explicó que son más propensos a ese mal las personas que padecen diabetes, presión arterial alta, enfermedades del corazón, obesidad, alcoholismo, tabaquismo, drogadicción y sedentarismo.
El foro reúne a especialistas de México, Estados Unidos y Canadá, para intercambiar experiencias en el tratamiento y atención de pacientes, víctimas de embolias y derrames cerebrales, precisó el ISSSTE en un comunicado.
Núñez Orozco destacó que además de ser uno de los factores que generan un alto nivel de muerte, se presentan casos en pacientes menores a 40 años de edad, cuando en el pasado lo común era que se registraran en personas mayores.
La también presidenta de la Asociación Mexicana de Neurología explicó que un ataque cerebral puede ocurrir a cualquier edad, inclusive hasta en un recién nacido, aunque el peligro es mayor en personas de edad más avanzada, ya que en un 80 por ciento ocurre de los 65 años en adelante, además que el hombre tiene mayor propensión a sufrir un ataque celebral.
Es por ello que la actualización del personal médico resulta fundamental para ofrecer a los pacientes las mejores alternativas terapéuticas, especialmente en enfermedades graves y de consecuencias incapacitantes o fatales, como son los padecimientos neurológicos, manifestó.
Núñez Orozco indicó que estos problemas de salud se ubican como la sexta causa de muerte en el país, mientras que en los casos más fatales los costos personales, familiares y médicos son sumamente elevados.
Por ello, la especialista destacó la importancia de prevenir el surgimiento de estos problemas de salud, así como de lograr diagnósticos y tratamientos eficaces de la enfermedad vascular cerebral.
Explicó que las personas que logran sobrevivir a estas lesiones cerebrales, en más del 80 por ciento de los casos deberán enfrentar diversos grados de invalidez, con alteraciones en el habla, la capacidad motora y la sensibilidad.
Esta pérdida de salud de funciones implica que la familia se deba dedicar a atender a un enfermo limitado de alguna forma en su autonomía de vida.
Puntualizó que los avances logrados en materia médica ofrecen la posibilidad de disminuir los efectos del problema o evitar que éstos se extiendan a otras áreas del cerebro, lo que permitiría una rehabilitación más ágil y exitosa.

Fuente: Notimex

26/08/2002