El ictus (infarto o hemorragia cerebral) es la primera causa de muerte entre las españolas y la tercera del país pero no hay suficientes unidades en los hospitales, según las asociaciones de afectados.

Cada año entre 120.000 y 130.000 (entre 328 y 356 diarios) personas sufren esta enfermedad y una de cada 10 muere. Según el INE, en 2006 fallecieron 32.900 personas por un accidente cerebro vascular: el 57%, mujeres. La tasa de mortalidad llega al 74% por cada 100.000 habitantes.

A pesar de ello, en España sólo hay un cuarto de las unidades de ictus necesarias, asegura la Sociedad Española de Neurología (SEN). Se encuentran sólo en 29 hospitales. Cataluña tiene ocho, Madrid cinco y dos más previstas en el 12 de Octubre y Getafe. No hay en Andalucía, Murcia o Asturias.

Con este recurso se reduce el tiempo desde el inicio del ictus hasta la respuesta médica y disminuye la mortalidad un 17%. La SEN explica que los pacientes tratados en las seis primeras horas recuperan la mayoría de las funciones neurológicas pero sólo pasa en el 50% de los casos. En 2025 habrá 1,2 millones de supervivientes a un ictus, de ellos, 50.000 estarán incapacitados.

"No soy un enfermo, lo fui pero ahora no. Ni voy al hospital ni me duele nada". Fernando tiene 38 años y hace 18 sufrió el síndrome de Rendu Osler Weber, una enfermedad rara hereditaria que le causó un angioma cerebral (dilatación de los vasos sanguíneos). Perdió el habla y se quedó en silla de ruedas pero se está recuperando.



"Hay que vivir y punto"



Fernando es una de las más de 300.000 personas que sufren daño cerebral sobrevenido en España. El 68% de los afectados están discapacitados para la actividad diaria y un 45% es dependiente en grado severo o total. "El día a día es muy jorobado pero hay que vivir y punto sin preguntarse porqué",dice Fernando, para quien la familia y los recursos sociales son la clave de su evolución. "Estoy recuperando el equilibrio. He pasado de pintar con la boca a pintar con la mano", cuenta.

Él heredó la enfermedad de su madre, fundadora de la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Madrid (Apanefa) en 1994. Allí hay un centro de día concertado con 30 plazas y80 personas van a talleres para mejorar su movilidad.

"Tenemos la vida muy difícil pero no por la enfermedad sino porque la sociedad no está preparada para hacernos la vida más fácil", dice José María Entrecanales, ex presidente de Acciona y afectado por ictus. Fernando concluye: "La vida sigue, es diferente a la anterior pero enriquecedora".



SE NECESITAN PLAZAS EN CENTROS DE DÍA



"La gran duda es cuando llegas a casa. Son necesarios más centros especializados y más plazas",aseguran desde la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE).

La Federación denuncia que en España no hay ni 300 plazas en centros de día para atender a 30.000 pacientes potenciales con daño cerebral. Sólo cinco de las 17 comunidades autónomas tienen centros de día. Existen siete: dos dependientes del Ministerio en Vitoria y Bilbao, dos privados con plazas concertadas en Madrid y San Sebastián y otros tres en Zaragoza, Pamplona y Castellón creados por asociaciones.

"Aunque la iniciativa privada es la predominante -cinco de los siete centrosla participación pública en la concertación de plazas es evidente ya que seis de los siete están concertados con los Servicios Sociales regionales. Aun así, falta mucho por recorrer", matiza Valeriano García de FEDACE.

Para mejorar la asistencia han elaborado una guía que recomienda "mantener los niveles adquiridos en la rehabilitación, que debe prestar Sanidad, y hacer talleres para que mejoren".

www.adn.es
21/05/2008