«Cuando pintamos nos olvidamos de la necesidad de drogarnos». Este es el sentimiento generalizado de algunos drogodependientes de Almería, que participan en talleres junto con la Cruz Roja. Y es que la batalla contra las drogas nunca será tarea fácil. Por este motivo los voluntarios de Cruz Roja Almería trabajan a destajo en el Centro de Tratamiento Ambulatorio, para ofrecer una mejor calidad de vida a las personas drogodependientes.

Y para mostrar los pasos que dan los usuarios del centro al objeto de alejarse de la droga, la organización instaló una carpa en Las Almadrabillas para que los almerienses conocieran el trabajo que realizan pincel y lienzo en mano estas personas. Irina Shutova es su profesora. Esta artista, de origen ruso, considera que la pintura es una forma de mejorar su inserción en la sociedad. «Nos gustaría hacer muestras de estas obras en muchos sitios, para que se viera la capacidad artística de estas personas», dijo Shutova quien también animó a quien pudiera y quisiera a donar material para los talleres «porque este año estamos más justos».

Uno de los usuarios y pintor del centro es Manuel, que desde hace tres años participa en los talleres que organiza el Centro de Tratamiento Ambulatorio de Cruz Roja de Almería. Tiene problemas con el alcohol. «Disfruto pintando y también escribo poesías en mis cuadros», lo dice mirando una de sus creaciones y asegurando que los talleres le ayudan a pensar en otras cosas.

Manuel es uno de los más de 200 usuarios que reciben tratamiento para la deshabituación, en el centro. «Trabajamos para que puedan salir de sus adicciones», matizó José María Cañizares, trabajador social de Cruz Roja. En el Centro de Tratamiento, los usuarios tienen un lugar de encuentro, donde pueden ducharse, comer y recibir asistencia sanitaria «reciben las necesidades básicas», pues además de un trabajador social, también trabajan un psicólogo y un médico. «Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de estas personas», apuntó Cañizares.

Más alcoholismo

En los últimos dos años, los profesionales del centro han detectado un crecimiento de los casos de alcoholismo. «Son personas que antes quizá bebían en exceso y que en muchos casos, trabajaban en la construcción y a consecuencia de la situación de crisis y verse sin trabajo han comenzado a beber mucho más si cabe», explicó el trabajador social. Además, las adicciones por cocaína y heroína siguen estando a la orden del día. «Viene muchas personas jóvenes con adicción a la cocaína y todavía se ve algo de heroína, aunque ahora se consume de forma inhalada, en lugar de forma intravenosa», añadió José María Cañizares.

En el centro organizan además, talleres de búsqueda activa de empleo, formación preventiva sobre el VIH y prevención de conductas violentas. Se trata de un lugar que se conoce por el boca a boca. «Quienes acuden al centro es porque alguien se lo ha comentado, la mayor parte de los usuarios viven en la calle o infraviviendas y aquí pueden cubrir sus necesidades básicas», afirmó el trabajador social.

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13/08/2009