Las llamadas a los centros de control de envenenamientos con el fin de reportar casos de adolescentes que abusan de fármacos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad aumentaron 76% durante ocho años, evidencia de las peligrosas consecuencias de darles un uso inadecuado, indicó un estudio.

Las llamadas fueron realizadas por padres preocupados, médicos de salas de urgencias y otros que solicitaban asesoría sobre cómo hacer frente al problema, que puede ser letal. Entre los casos evaluados en el estudio hubo cuatro que terminaron en fallecimientos.

Los chicos que toman estos fármacos con el fin de drogarse o incrementar su nivel de atención pueden no percatarse que un mal uso de estas medicinas provoca síntomas graves, los cuales incluso podrían poner en riesgo la vida, como agitación, taquicardia y presión arterial extremadamente alta.

"Dicen, 'Está aprobado por la FDA (siglas en inglés de la Administración de Alimentos y Medicinas), ¿qué tan peligroso podría ser?''', dijo Steve Pasierb, director de The Partnership for a Drug-Free America (Sociedad por un Estados Unidos sin Drogas), con sede en Nueva York.

En el estudio, investigadores del Centro Médico Hospital Infantil de Cincinnati evaluaron datos recopilados de 1998 al 2005 por la Asociación Estadounidense de Centros para el Control de Envenenamientos.

Durante ese tiempo, las llamadas en todo el país vinculadas con abuso por parte de adolescentes de fármacos destinados a controlar el TDAH (siglas del trastorno), específicamente estimulantes, aumentaron de 330 a 581 con un año de diferencia, y hubo cuatro muertes. En total, 42% de los adolescentes involucrados presentaron efectos colaterales de moderados a graves, y muchos terminaron recibiendo tratamiento en salas de urgencias.

La cifra real de adolescentes que abusan de estos fármacos y que tienen efectos colaterales intensos probablemente es mucho más elevada, porque muchos casos no son reportados a los centros para el control de envenenamientos, dijo el doctor Randall Bond, autor del estudio y director médico del Centro de Información sobre Drogas y Envenenamientos, perteneciente al hospital.

El aumento, de 1998 al 2005, superó en general a otras llamadas de abuso de sustancias por parte de adolescentes. También fue paralelo a un aumento del 86% en recetas de medicinas para controlar el TDAH destinadas a niños y adolescentes de entre 10 y 19 años, de unos cuatro millones a casi ocho millones durante ese tiempo.

"Son más malas noticias en torno a un problema arraigado", dijo Pasierb. Su grupo sin fines de lucro no estuvo involucrado en el estudio. Sus propias investigaciones sugieren que aproximadamente el 19% de los adolescentes han abusado de las medicinas que requieren receta médica, incluyendo los fármacos para tratar el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Encuestas patrocinadas por el gobierno sugieren que el abuso de estimulantes por parte de adolescentes —incluyendo fármacos para el TDAH— ha disminuido en los últimos años.

El nuevo estudio sería difundido el lunes en el número de agosto de la revista Pediatrics.

Mark Stein, profesor de psiquiatría y experto en TDAH en la Universidad de Illinois en Chicago, dijo que el abuso normalmente consiste en aplastar las píldoras y aspirar el polvo por la nariz, lo cual agiliza los efectos y puede producir una sensación de euforia, junto con peligrosos efectos colaterales.

Los chicos que presenten efectos colaterales graves deben ser trasladados a la sala de urgencias, donde se les pueden dar sedantes para tratar el problema, dijo Stein.

El estudio carece de información sobre si los que abusaron de los medicamentos eran adolescentes que padecían TDAH, pero algunas evidencias sugieren que muchos no tienen ese trastorno.

Stein dijo que el estudio no debe disuadir de recetar medicinas para controlar el TDAH en los adolescentes que realmente las necesiten, especialmente porque hay evidencia de que los chicos con TDAH que no reciben medicamentos están en riesgo de abusar de drogas ilícitas.

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14/09/2009