Pablo Pineda nació en Málaga hace 35 años. Primer joven con síndrome de Down que obtiene una titulación universitaria en España, Pineda es el actor protagonista de la película 'Yo, también', dirigida por Álvaro Pastor y Antonio Naharro. En ella interpreta un papel inspirado en su propia vida. La película, que fue galardonada en las últimas ediciones del Festival de Cine de San Sebastián y de los Premios Goya, cuenta la historia de amor entre dos trabajadores sociales, Daniel (Pablo Pineda) y Laura (Lola Dueñas). Pineda, que es diplomado en Magisterio y está a punto de licenciarse en psico-pedagogía, no es un actor profesional, pero en 'Yo, también' ha demostrado tener muchas tablas. Acompañado por uno de los dos directores de 'Yo, también', Álvaro Pastor, viajaron a Varsovia para participar en la décima edición de la Semana de Cine Español en Polonia.

- ¿Es la primera vez que viene a Varsovia?

- Sí, efectivamente. He viajado como turista a otros países de Europa central, como Alemania, pero nunca había estado en Polonia. Estoy muy feliz de estar aquí.

- ¿Cómo fue el proceso que le llevó a trabajar de actor en 'Yo, también'?

- En el 2003, TVE me hizo una entrevista para 'Documentos TV'. Los directores de 'Yo, también' se fijaron en mí. Jugó a mi favor el hecho de que Antonio Naharro tiene una hermana con síndrome de Down y Julio Medem, el productor, una hija. En fin, que me seleccionaron y me convencieron.

- ¿Se lo pensó mucho?

-Por supuesto. En un principio, no me veía como actor. Mi familia tampoco. Luego, reflexioné sobre la propuesta, me hicieron una prueba y me di cuenta que no lo hacía tan mal, aunque no haya estudiado arte dramático. Leí el guión y decidí trabajar en la película.

- ¿No temió que 'Yo, también' pudiera ser una película sensacionalista?

- No, en absoluto. Sabía desde el primer momento que esta cuestión iba a tratarse con rigor y respeto, con sensibilidad, pero no con sensiblería, porque una persona con síndrome de Down es un ser humano y no es otra cosa. Eso fue lo que me motivó a la hora de hacer la película. Poco a poco me fui metiendo en el proyecto. La guinda del pastel fue conocer a Lola Dueñas.

-¿Fue un flechazo personal y profesional?

- Sin lugar a dudas. A Lola Dueñas ya la conocía en lo profesional. Después tuve la suerte de conocerla como ser humano. Es una persona maravillosa. Sí, fue un flechazo desde el primer momento.

- ¿Hubo momentos duros durante el rodaje de la película?

-Por supuesto que los hubo. Hubo de todo, momentos muy divertidos en los que nos reíamos todos y momentos difíciles en los que llorábamos. Interpretar un papel como el mío no es nada fácil.

- Como ser humano, ¿qué le ha aportado trabajar en esta película?

- Trabajar en 'Yo, también' me ha aportado madurez. Soy otra persona, más madura, con más firmeza. Antes, mi vida había sido muy cómoda, siempre rodeado de mi familia. Hacer la película fue un reto, una experiencia inolvidable. Fueron cinco semanas de rodaje muy intensas, en Sevilla y Madrid.

Optimismo

- Por lo que he podido leer en entrevistas que ha concedido, es usted una persona optimista y con mucha vitalidad.

- Bueno, creo que sí. No suelo bajar los brazos con facilidad. Tengo una familia fantástica que me ha ayudado mucho porque me ha tratado con normalidad. Uno de mis objetivos en esta vida es que las personas con síndrome de Down puedan integrase plenamente en la sociedad y sean tratadas con respeto. Tengo el síndrome de Down, pero soy una persona. No quiero ser una persona especial.

- ¿Cree que la película va a servir para normalizar la situación de las personas con síndrome de Down en nuestra sociedad?

- Yo quiero denunciar los prejuicios y demostrar día a día que soy capaz de ser uno más en esta sociedad. Es mi reto diario. Creo que una película como 'Yo, también' ayuda a la normalización social. A mí me gustaría que dentro de unos años ya nadie hable de las personas con síndrome de Down.

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17/05/2010