Toda la red de Osakidetza, ambulatorios y hospitales van a implantar la prueba combinada del primer trimestre del embarazo. Es un test "no agresivo, sencillo y de fácil acceso para todas las mujeres embarazadas", según explicó ayer el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández.
Se amplía así el seguimiento de anomalías congénitas, ya que hasta ahora sólo se realizaba una prueba específica (la amiocentesis) a mujeres mayores de 35 años. Las embarazadas más jóvenes no se sometían a este análisis a pesar de que también tienen riesgo de tener hijos o hijas con síndrome de Down, una anomalía que a partir de ahora podrá ser detectada con una certeza del 92%.
Como la nueva prueba se universalizará, la amiocentesis se realizará en menos casos. La amiocentesis era, hasta ahora, la única prueba capaz de detectar las anomalías y está demostrado que entraña un "serio riesgo para el feto", dijo Fernández. De esta manera, se espera reducir el numero de abortos al reducirse significativamente el número de amiocentesis, que solo se harán en los casos estrictamente necesarios.
De las 20.000 embarazadas registradas cada año en Euskadi, 7.000 son mujeres mayores de 35 años. Casi la totalidad opta por someterse ala amniocentesis, durante la cual suelen registrarse alre dedor de 70 abortos. La nueva prueba evitaría, por lo tanto, un alto número de abortos no deseados. El coordinador del programa, Alfonso Uri-barren, explicó ayer que las pruebas combinadas comienzan a realizarse entre las semanas 9 y 11 con la extracción ala madre de una simple muestra de sangre. Dos semanas más tarde se mide el pliegue nucal del feto.
Los resultados y factores como la edad, los antecedentes familiares, la raza y el peso determinan el riesgo de problemas en el feto. El resultado de la nueva prueba estaría listo en la semana 16, cuatro semanas antes que con la amiocentesis.
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22/05/2010