Beethoven, Jim Carrey, Salvador Dalí, Agatha Christie o Pablo Picasso tienen algo en común: el TDAH o Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad. En Canarias el 5 por ciento de los jóvenes menores de 16 años lo padecen. Una de las consecuencias más visibles a nivel social es el fracaso escolar.

Precisamente por eso se está empezando a poner en el punto de mira a los docentes. Es fundamental que los profesores localicen este trastorno para poder tratarlo. Se han encontrado casos en los que se ha detectado el TDAH cuando la persona ya había cumplido los 40 años. En el 60 por ciento de los casos el trastorno persiste en la edad adulta.

Para que eso no vuelva a ocurrir, en Canarias los maestros también reciben lecciones antes del inicio del curso escolar. Por ejemplo en Ingenio, Gran Canaria, el 15 y 16 de septiembre toda la comunidad educativa y las familias tienen una cita en unas jornadas sobre el TDAH. Allí les explicarán las herramientas básicas para poder localizar el problema y que así un médico pueda evaluar al paciente. De hecho el lema es “Educar es Sembrar”.

El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad suele comenzar a los siete años. Las tres características básicas de este trastorno son el déficit de atención, la hiperactividad y la impulsividad. Los problemas secundarios son muy importantes: fracaso escolar, problemas de comportamiento al no ajustarse a las normas, falta de autoestima… Para que sea considerado como un trastorno estos comportamientos tienen que alargarse en el tiempo por lo menos seis meses.



Tipos de TDAH:



Existen tres tipos diferentes de TDAH: el Combinado (presente en el 60 por ciento de los casos y que reúne las características antes mencionadas), el Predominantemente Inatento (lo padecen sobre todo las mujeres y básicamente se trata de falta de atención), y el Predominantemente Hiperactivo/Impulsivo (los pacientes tienen dificultades sociales importantes debido a la hiperactividad e impulsividad que padecen).

Según Sebastián Sánchez Ojeda, Presidente de la Asociación TDAH Gran Canaria, su origen es neurológico y hereditario, pero ahora salen más casos a relucir que antiguamente porque el nivel de exigencia escolar es mayor. Gran parte de la detección de casos de TDAH se realiza en la E.S.O.

Los niños que tienen TDAH suelen ser olvidadizos, se distraen fácilmente por estímulos externos, rechazan tareas que requieren un esfuerzo mental continuado, no consiguen terminar los deberes, mueven los pies, las manos y se revuelven en el asiento, hablan excesivamente, responden antes de que la pregunta haya sido finalizada o tienen dificultad para aguardar el turno en un juego.

Para tratarlo se suelen usar psicofármacos que suelen estar contraindicados antes de los 6 años. La asociación TDAH Gran Canaria afirma que hay que romper los mitos en torno a la prescripción de estos medicamentos y que siempre están precedidos de una psicoeducación. Según la Academia Americana de Pediatría, la medicación tiene que formar parte fundamental del tratamiento usado en combinación con intervenciones psicosociales.

Sánchez Ojeda destaca que “no hay que confundir a los niños traviesos con los que tienen TDAH”. Aunque eso sí, hace falta “paciencia, tranquilidad y pausa”. La Asociación de Familiares Afectados por el Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad de Gran Canaria propone una serie de consejos a los profesores: un punto importante es ayudar al niño a sobreponerse a los fracasos, decirle al alumno qué se espera de él o dar reglas claras e instrucciones precisas y simples.

Hay que recordar que escritores famosos como León Tolstoi abandonaron el colegio, que al científico Louis Pasteur se le calificó de mediocre en química cuando estudiaba en la Universidad o que Isaac Newton fracasaba en sus estudios primarios. Casos de hiperactivos excepcionales que enseñan cómo con un tratamiento adecuado estas personas pueden realizar una vida completamente extraordinaria.

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12/10/2011