Mientras Valeria, de 4 años, lee las aventuras de una niña que se puso triste porque la lluvia le impedía salir a jugar, sus compañeras de clase sonríen y platican las aventuras que han tenido bajo la lluvia.

Las pequeñas ocupan una de las diferentes mesas que sus educadoras colocaron en el patio del preescolar Cuauhtli para aprovechar el buen clima con una lectura.

En cada equipo, quien tiene mayor habilidad lectora, lee a sus compañeros.

En ese jardín de niños se fomenta la lectura de forma permanente, lo que permite a la gran mayoría de los egresados ingresar a primaria sabiendo leer, comentó Laura Estela Rodríguez Aguilar, quien es la directora encargada del preescolar.

Indicó que con el uso de la biblioteca a corta edad, los infantes desarrollan sus habilidades lectoras y comunicativas.

Debido a su corta edad, les proporcionan cuentos divertidos que despierten el interés en los niños, expresó.

Ese jardín de niños también es uno de los centros piloto de aptitudes sobresalientes que permiten detectar a infantes que destacan ya sea en arte, cultura, deporte o lectoescritura, platicó.

Hasta el momento atienden a 12 niños de 4 y 5 años de edad que demuestran habilidades en alguna de las áreas educativas, artísticas o deportivas; en tanto que el año pasado apoyaron a otros 16 pequeños, indicó.

Abundó que el personal escolar cuenta con la preparación suficiente para descubrir el talento de los diferentes alumnos sobresalientes.

Desde entonces, se canaliza a ese plantel a los infantes cuando los maestros consideran que puede tener aptitudes destacables, además de que previamente se les aplica algunos cuestionarios que deben aprobar.

Detalló que las cualidades de los pequeños son muy diversas, por ejemplo, en el ciclo escolar pasado una de las alumnas era la encargada de diseñar las coreografías de los demás estudiantes.

Actualmente Dannia se prepara para participar en el concurso de Don Quijote nos invita a leer.

La pequeña, quien tiene 5 años de edad, escribió un cuento después de leer cinco historietas.

Aún no domina la lectoescritura por completo, sin embargo sus habilidades expresivas le permiten contar de inmediato el cuento de la gatita “Campana” a quien le gustaba jugar con una bola de estambre, hasta que un día salió al patio donde se encontró un pájaro que le dijo que debía cazar ratones porque son malos.

La gatita regresó a su casa con esa idea, pero al intentar cazar a un roedor se le escapó. En esos momentos, Campana se enterró una aguja en su pata y el ratón le ayudó a quitársela, lo que provocó una larga amistad entre ellos, dice la pequeña mientras intenta caracterizar a cada uno de los personajes.

La maestra Rodríguez Aguilar comentó que la infante, al igual que varios de sus compañeros, se lleva a casa los libros de la biblioteca para leer durante los fines de semana, lo que le ha ayudado a tener una mejor habilidad lectora.

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1/05/2012