Las principales características de un niño autista son mirada hacia el vacío, balbuceo tardío y falta de contacto con su entorno.
En sus primeras interacciones con los demás, lo primero que se detecta es que no sigue a la madre en sus intentos de comunicación, no busca consuelo en momentos de aflicción o dolor, no tiene capacidad de imitación, intensa aflicción por cambios insignificantes en su entorno y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué sirve.
En la etapa preescolar el niño empieza a parecer extraño porque no habla. No establece contacto con los demás de ninguna forma. Estos niños autistas pueden presentar conductas agresivas, incluso para sí mismos porque no reconocen la existencia de sentimientos en las demás personas.
Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo actividades de poco alcance de manera repetitiva como dar vueltas o llevar a cabo movimientos rítmicos con su cuerpo (aletear con sus brazos).
Médicos especialistas del Instituto afirmaron que la enfermedad tiene mayor incidencia en niños que en niñas y existen diferentes niveles de autismo, dependiendo de la capacidad intelectual del niño.
Se desconocen las causas que provocan el autismo, sin embargo recientes investigaciones señalan que se deriva de un desorden del sistema nervioso central y no por problemas emocionales o atribuibles a una mala paternidad.
El autismo no tiene curación, sin embargo, con el tratamiento adecuado, algunos niños autistas pueden desarrollar ciertos aspectos de independencia en sus vidas. El apoyo familiar es de gran utilidad.
Por esto, el Seguro Social exhorta a los padres de familia para que si sospechan que su hijo pueda ser autista, acudan a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para que el pediatra los transfiera con el psiquiatra que es quien puede diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las medidas educacionales apropiadas.
http://www.frontenet.com
6/11/2012