"Estamos más que felices y muy agradecidos", con estas palabras comenzaba el encuentro entre los monitores de Río de Oro Durango con los periodistas ayer a la tarde, en el jardín de la casa cural de Izurtza. Maider y Mikel se mostraban satisfechos tras valorar los dos meses de verano conviviendo con niños saharauis con discapacidad. "Lo que empezó siendo una conversación entre amigos al final se ha hecho realidad y nos encontramos desbordados de felicidad", señalaba Mikel antes los medios de comunicación. Y es que estos jóvenes monitores de Durangaldea han logrado pasar un verano diferente con niños que en la mayoría de ocasiones les han aportado muchas cosas. "Nosotros hemos aprendido y los niños han ganado cada uno en base a su problema", matizaban los monitores. Y es que en esta colonia se han reunido menores con problemas diferentes desde niños con autismo o con otras minusvalias físicas. "Estos pequeños de no ser por un proyecto de estas características no hubieran podido salir del Sahara", señalaba un portavoz de la Asociación Herria de Durango, impulsora de este proyecto. "Los niños sin discapacidad con 18 años tienen opción de salir a otros lugares, pero estos menores de no ser por un motivo así se quedan sin ninguna otra opción", matizaban.
PIONEROS EN EUSKADI Río de Oro Durango se ha tratado de un programa pionero en Euskadi que ha contado con la colaboración de muchos agentes sociales y ayuntamientos de la comarca. "Tenemos que agradecer desde Cáritas hasta al Ayuntamiento de Izurtza o al de Durango por su colaboración y por haber creído en nosotros", señalaba Mikel del Arco, uno de los portavoces del proyecto.
Esta colonia ha tenido como sede una casa con jardín propiedad de Cáritas Bizkaia que se encuentra situada en Izurtza. Un espacio que ha sido indispensable para poder llevar a cabo este tiempo de verano con estos niños.
"Antes de empezar el proyecto los monitores teníamos una idea hecha de como sería el día a día, pero no ha tenido nada que ver con la realidad porque ha sido mejor de lo que pensábamos", añadía Maider, la monitora.
Desde el Ayuntamiento de Durango, la técnica de acción social señalaba que "era todo nuevo para nosotros e incluso yo le dije a Mikel que era un poeta por verlo todo tan bonito pero que la realidad podía ser otra. Pero nos hemos dado cuenta que todo ha sido muy positivo y que ha merecido la pena", concluía.
Con esta valoración tan positiva todos los agentes que han estado involucrados en este proyecto no dudan en pensar en el año que viene "no tenemos ninguna duda de que Río de Oro Durango seguirá en 2014", sostiene Mikel. Los ocho niños que han pasado estos dos meses en Durangaldea partirán este miércoles de nuevo a tierras saharauis. En el encuentro de ayer con los medios también se dieron cita otras ocho familias de acogida de otros tantos menores saharauis. Todos ellos se reunieron con la intención pasar una velada inolvidable y despedirse hasta 2014.
http://www.deia.com/2013/08/24/bizkaia/duranguesad
7/10/2013