“En muchas escuelas, los maestros ven a los niños especiales como una lucha, como un problema, cuando no debería ser así”, dijo Maritza García, madre de un pequeño con problemas de aprendizaje y captación.
El verdadero afán de esta humilde mujer comenzó cuando su hijo de 12 años inició el primer año de primaria en una escuela donde muchas veces fue llamada por su bajo rendimiento y, aunque esto era justificado por los problemas de aprendizaje que tiene el menor, su maestra, lejos de comprenderlo, lo reprendía y exigía a García llevarlo a un sicólogo.
“No tengo recursos para llevarlo a un especialista, aunque sé que la manera en que lo trataban en la escuela no era la indicada”. García, como muchas madres que tienen hijos con retos especiales, será beneficiada con la apertura del jardín de niños y centro oficial de atención inclusiva San Juan Bosco, en la colonia Colvisula.
Aunque esta institución tiene más de 20 años de funcionar, este año se convertirá en el primer jardín de niños público con educación inclusiva en San Pedro Sula.
La maestra Claudia Tobar, responsable del área de inclusión escolar, informó que esperan trabajar con un total de 90 niños en los niveles de prekínder, kínder y preparatoria; sin embargo, solo tienen una maestra, además de ella.
Los docentes piden al Gobierno el traslado inmediato de profesores especializados a la institución. “Recordemos que la educación no es un privilegio, es un derecho de todo niño. El Ministerio de Educación debe saber que las necesidades de estos niños son grandes, por lo que necesitamos más maestras capacitadas en esta institución”.
Tobar explicó que el proyecto nació debido al rechazo a que eran sometidos muchos de los hijos de familias que ellos conocen y que buscaban una oportunidad de estudio para sus pequeños en un centro público.
“Estoy contento por esta oportunidad para mi hija y para todos los niños especiales porque tienen mucho que dar a esta sociedad”, expresó Mario Pineda al referirse a Delia María, su hija invidente. La pequeña de 11 años se desplaza con ayuda de un bastón, pues desde su nacimiento no puede ver el mundo que la rodea; sin embargo, ese no ha sido impedimento para desarrollar sus habilidades académicas.
“Ella ya maneja el braille (sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas) y ha tenido excelencia académica en la escuela en que ha estado”, señaló el orgulloso padre.
La meta de Pineda es ayudar a Delia María a convertirse en maestra porque ella sueña con enseñar a menores que como ella afrontan obstáculos desde muy pequeños.
Muchos padres que han matriculado a sus hijos para que comiencen el año escolar a partir de este lunes provienen de otros municipios. Están decididos a viajar todos los días más de una hora para que sus hijos tengan educación gratuita de calidad.
Dunia Rodríguez, residente en San Marcos, Santa Bárbara, tiene una niña de tres años y medio que padece de autismo.
“Me di cuenta de que mi hija tenía autismo. Me preocupó que tenía dos años y no hablaba. Pensé que no podía soportarlo, pero ahora solo quiero lo mejor para ella y si me toca viajar todos los días hasta acá (la escuela), lo haré”, aseveró.
La inauguración de la escuela es este sábado a las 9:00 am.
Laprensa.hn
21/02/2014