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Cuando la voz se quiebra

Si Orfeo, el hombre con voz de dios que venció el canto de las sirenas, ejerciera de profesor es más que probable que tuviera que acudir a un especialista para cuidar su principal instrumento: la voz. Foniatras, otorrinolaringólogos y logopedas se esfuerzan día tras día en que muchas personas utilicen adecuadamente su respiración y cuerdas vocales para que su órgano fonatorio no se dañe.



Los maestros son el colectivo que más bajas laborales padecen por problemas de voz. Según un estudio publicado recientemente en el 'Acta Otorrinolaringológica Española' por especialistas del Hospital San Millán de Logroño, el 57% de la plantilla de profesores evaluados (905) presenta trastornos en la voz. "Es aconsejable llevar a cabo una valoración clínica anual de todos los profesores debido a la elevada incidencia de trastornos de la voz en ellos", recomiendan estos expertos que llevan más de una década estudiando a este colectivo.

"Los docentes deberían recibir clases para en primer lugar quitarse el nerviosismo del novato sobre cómo hablar en público, para saber cómo funciona el aparato vocal y aprender a utilizarlo correctamente", explica a 'elmundo.es' Julián Preciado López, otorrinolaringólogo y director médico del hospital riojano.

Pero no sólo los profesores sufren estos problemas. El 5% de la población padece algún trastorno de la voz que precisa atención médica según datos de la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología.

Las personas deberían acudir al especialista, bien sea un foniatra bien un 'otorrino', cuando padezcan una ronquera que se alargue más tiempo que el habitual tras un resfriado (más de siete días) o si tienen este problema de forma repetitiva después de un esfuerzo vocal, como salir el fin de semana.

Rehabilitación o quirófano

Las causas que pueden dar lugar a estos problemas son muchas, desde una laringitis hasta un cáncer de laringe. En función de si el origen se debe a una lesión en algún órgano de la fonación, o si es por otro motivo, como un trastorno psicológico o un traumatismo, estaremos hablando de disfonías orgánicas, funcionales, psicógenas o traumáticas.

Las disfonías funcionales son las más frecuentes, entre el 65% y el 75% de los casos corresponden a una alteración de la voz sin haber una lesión anatómica en los órganos fonatorios. También los niños suelen sufrir este tipo de trastorno porque es habitual que utilicen su voz para imitar ruidos del exterior. Pueden producirse por:


•Un abuso vocal: hablar mucho, gritar, aclararse excesivamente la garganta, toser con frecuencia, inhalar polvo o gases, o cantar con una técnica inadecuada.


•Un mal uso de la voz: hablar con una intensidad y/o tono más altos o distinto al que corresponde.


•Ambos factores: hablar mucho y muy alto. Es lo que le ocurre a los profesores. Normalmente, en periodos de descanso, vacaciones, fines de semana, etc. notan una mejoría.

Una vez diagnosticadas por un otorrinolaringólogo o un foniatra, las personas afectadas deben acudir al logopeda. El tratamiento se basa en reeducar su forma de hablar a través de la relajación muscular, principalmente del cuello y la espalda, de la respiración (frecuencia, intensidad y duración) y de la impostación de la voz para sacar el máximo provecho del aparato fonador.

Daños anatómicos

A veces cuando existe una lesión anatómica, se precisa de un tratamiento farmacológico o quirúrgico. La inflamación de las cuerdas vocales, laringitis, se puede producir por un uso excesivo de la voz, por una infección o incluso por reflujo gastroesofágico. Según sea la causa, así se aplicará una terapia u otra. En cualquier caso, este trastorno no requiere cirugía para su curación.

Los nódulos son más frecuentes que los pólipos. Los dos son tumores benignos que ocasionan voz ronca, baja y entrecortada. En el primer caso si el tumor es pequeño desaparecerá con una educación vocal. Si es fibroso, duro y de mayor tamaño requerirá su extirpación quirúrgica además de recibir clases del logopeda. En los pólipos se suele administrar un tratamiento antiinflamatorio durante unos días y después también es necesario pasar por el quirófano.

La disfonía puede producirse por una parálisis de las cuerdas vocales. Traumatismos en la cabeza, lesiones del cuello, derrames cerebrales, tumores, enfermedades neurológicas o infecciones virales pueden llevar a que una o ambas cuerdas no se abran o cierren adecuadamente. En algunos casos como en la infección por el papilomavirus humano lo más frecuente es el tratamiento quirúrgico, en otros como en la esclerosis múltiple el logopeda es clave en el proceso de recuperación.

Las voces de Lauren Bacall y Humphrey Bogart han dado nombre a un trastorno de la voz denominado síndrome Bogart-Bacall que consiste en una fatiga de la voz, ronquera o dolor de garganta. Este trastorno suele ocurrir en cantantes, actores y presentadores de radio y televisión. El motivo está en el empleo de un tono demasiado grave, de moda entre estos profesionales.



Ni Bogart ni Bacall presentaban este síndrome. Ellos no tenían que forzar sus cuerdas vocales para que su voz pareciera grave ya que por naturaleza la tenían así. Sin embargo, para la mayoría de personas que intentan imitar este tipo de sonido, requieren un esfuerzo considerable que finalmente termina perjudicándoles.

Cada persona presenta un tipo de voz diferente. El timbre, el tono y la intensidad son las características que confieren una identidad al sonido que cada uno emite. En el siglo primero la voz se clasificaba en función de su calidad: dulce, áspera, sonora, etc. y de la cantidad: grande, mediana, y pequeña. En el renacimiento, con el canto coral, se comenzó a catalogar los sonidos masculinos en tenor y bajo y los femeninos en contralto y contratenor.

Fisiológicamente, la clasificación más simple es la sexual. La laringe de la mujer presenta unas medidas en torno a los 3,6 centímetros de altura, 4,3cm de anchura y 2,6cm de diámetro. Sus cuerdas vocales miden entre 1,5 y 2 cm. En cambio, la laringe masculina tiene 4,9cm de altura, otros tantos de anchura y un diámetro de unos 3,5cm. Sus cuerdas vocales van de los 2 a los 2,5 cm. Estas diferencias hacen que la voz femenina sea más aguda que la masculina.

Una voz adaptada al cuerpo

Sin embargo, el tamaño de estas estructuras no es un factor de riesgo en los trastornos de la voz o disfonías. Para Julián Preciado, otorrinolaringólogo del Hospital de San Millán, el principal problema está en utilizar la voz que no corresponde a tu cuerpo. "Si mides 1,90m, tus cuerdas vocales serán grandes, por lo que tu voz no puede ser aguda y si lo es, la estarás forzando. No se debe cambiar al tono de voz que no corresponde contigo porque si no tu garganta sufrirá. Es lo mismo que le ocurre a los niños cuando imitan el sonido de un motor".

Pero una frecuencia (o tono) excesivamente baja no es el único factor que favorece este síndrome. Muchas personas empiezan a hablar cuando queda muy poco aire en sus pulmones por lo que para mantener las escalas de notas y el volumen de la voz se aumenta la tensión de la zona.





Javier Bardem ha dejado de fumar por los problemas de voz que le acarreaban los cigarrillos. (Foto: Jorge Moreno)

Javier Bardem ha dejado de fumar por los problemas de voz que le acarreaban los cigarrillos. (Foto: Jorge Moreno)


Aunque los cantantes sufren a menudo este trastorno, según evidencia un estudio publicado en la revista 'Laryncoscope', algunos de ellos, quizá debido a que han recibido un entrenamiento vocal para la música, sólo muestran esta tríada mientras hablan.

La periodista Gemma Nierga, la cantante Rosa o el actor Javier Bardem son algunas caras conocidas del panorama español que han tenido problemas de voz. La presentadora radiofónica tuvo que someterse a una operación y pasar siete meses sin hablar. El más joven de los Bardem reconoció recientemente que había abandonado el tabaco porque le perjudicaba la voz. No obstante, previo al abandono, el actor ya se había sometido a dos intervenciones quirúrgicas por pólipos.

El doctor Michael J. Pitman, director del Centro para los trastornos de la Voz del departamento de otorrinolaringología de la Universidad Wake Forest en Carolina del Norte (EEUU), ofrece algunos consejos a los cantantes profesionales o no para mantener sus voces en buen estado.

Entre otros estarían el calentar la voz por ejemplo descendiendo la escala musical o controlando la intensidad del volumen o utilizar tu propio micrófono. De igual manera es importante desarrollar una buena técnica y fomentar un estilo hablado similar a como se canta ya que durante las entrevistas de radio y otros medios de comunicación, en las giras, etc. se pasa más tiempo hablando que cantando. Si se elige el propio repertorio, el cantante interpretará los temas sin forzar la voz.

Por último, como apunta el doctor Preciado, un buen hábito postural favorece el empuje del aire desde el abdomen: a más presión más aire. Si además se articula correctamente la mandíbula, la cavidad de resonancia funcionará mejor y la voz saldrá más amplificada. Un ejemplo de un correcto empleo del cuerpo para fomentar una buena audición son los cantantes de ópera que no necesitan utilizar micrófonos para que los demás les oigan.

Los especialistas lo tienen claro: los problemas de voz pueden prevenirse. Siguiendo unas normas sencillas, cualquier persona puede mantener una voz sana. En cuanto a los profesionales para los que el sonido es una herramienta más de su trabajo (docentes, cantantes, presentadores) los médicos apuntan que deberían recibir una educación sobre cómo hablar en público y cuál es la mejor forma de utilizar el aparato vocal.



Guía para cuidar la voz:

•Controle los gritos, no hable fuerte pero tampoco susurre


•Elimine el carraspeo el choque fuerte y repetido de las cuerdas vocales da lugar a su inflamación


•No respire por la boca, favorece la entrada de aire frío


•Mantenga una postura corporal correcta: espalda, hombros y caderas bien alineados son fundamentales para amplificar la voz y no forzar la garganta


•Si por su profesión tiene que hablar mucho, utilice la regla 60/10: tras 60 minutos hablando, 10 minutos de silencio


•Tome agua con frecuencia, le ayudarán a mantener las cuerdas vocales hidratadas


•No fume, el tabaco reseca la mucosa de la laringe


•Evite las cenas copiosas, éstas favorecen el reflujo del jugo gástrico hacia la laringe lo que produce irritación de la zona y provoca edema


•No abuse de alimentos ricos en grasas, favorecen la sequedad de boca


•Intente no hablar en ambientes muy ruidosos


•No tome bebidas estimulantes como la cafeína, café o té porque son irritantes. Las personas que consumen por encima de tres tazas (o botellas en el caso de las bebidas con cola) son el doble de propensas a los trastornos de voz


•El aire acondicionado y la calefacción muy alta resecan mucho el ambiente y la mucosa de la garganta


•Duerma de siete a ocho horas, el descanso nocturno mejorará su salud y favorecerá el reposo vocal


•Si tiene problemas de garganta, minimice el uso de la voz


•Busque momentos para la relajación sobre todo de los hombros, cuello, laringe y cara

http://www.elmundo.es/elmundosalud
30/11/2014

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