En términos médicos la sordera es llamada hipoacusia, que quiere decir, falta de audición total o parcial. Es uno de los problemas más graves que puedan afectar a un niño. Es importante detectar e identificar la sordera en los niños lo más pronto que sea posible para darle un tratamiento adecuado, sobre ello habló el médico otorrinolaringólogo Miguel Ángel Gallegos Portillo, quien explica las causas y lo que se debe de hacer en este caso.
¿Qué lo provoca?
Entre las causas que producen la sordera desde el nacimiento hasta los 28 días de vida son: antecedentes familiares de sordera, malformaciones de cráneo o cara, hiperbilirrubinemia que requiera exanguino-transfusión, peso al nacimiento menor de 1,500 gramos; meningitis bacteriana, puntuaciones de Apgar bajas 0-3 mins., 0-6 a los 10 mins; dificultad respiratoria (aspiración de meconio), ventilación mecánica prolongada más de 10 días. También afectan las medicaciones ototóxicas (tóxicas para el oído: gentamicina, amikacina, estreptomicina, netilmicina por más de 5 días, combinadas con algunos diuréticos y estigmas o características asociados con un síndrome que incluye hipoacusia neurosensorial).
Método de detección.
El diagnóstico se realiza sobre la base del interrogatorio a la madre, los antecedentes del desarrollo del embarazo, parto, infecciones, examen clínico del niño y estudios complementarios, como pueden ser los audiológicos (es decir, pruebas objetivas en las que el niño no participa de las respuestas, dada la corta edad del mismo para responder a ciertas evaluaciones) por lo cual se sugiere el uso de otoemisiones otoacústicas (OEA), el brainstem 8ABR y el de potenciales evocados auditivos. La primera prueba es más sencilla y económica, y da una evaluación cualitativa importante, es tan rápida como el termómetro ótico, la segunda es una prueba con resultados más finos que no da información de los niveles de audición del niño, mientras que la de potenciales evocados auditivos es más cara, más precisa, da también más información cuantitativa del porcentaje de su audición que hay o si definitivamente no la hay, y es necesario anestesia general, o sedación en los niños más grandes para lograr respuestas válidas, que serán usadas para la adaptación de sus audífonos y su rehabilitación en una escuela especial.
Ante el diagnóstico de hipoacusia es importante, una vez establecido el umbral, indicar la rehabilitación fonoaudiológica inmediata, a fin de estimular el desarrollo del órgano de corti, encargado de la audición en el oído interno, para lo cual se debe sugerir el uso de auxiliares auditivos eléctricos (audífonos) en cada oído, sin los cuales el tratamiento especial no logrará su objetivo: "la adquisición del lenguaje en el niño".
Una sencilla prueba.
Debemos guiarnos a través de signos indirectos, conductas y reacciones espontáneas que nos alertarán sobre alguna anormalidad. Para identificar las desviaciones de estas conductas, es necesario conocer los patrones normales de la evolución de la conducta auditiva de los niños, asegura el médico.
Aspectos del desarrollo de la audición normal en el primer año de vida: de 0 a 3 meses, cambia de conducta ante un ruido fuerte (1 mes), tranquilidad ante el consuelo materno, reacciona al tono de una campanita (2 meses) y la búsqueda de la fuente sonora como movimientos oculares ante ruidos familiares.
De 4 a 6 meses: mueve la cabeza hacia el sonido en dirección lateral o descendente e interrumpe el llanto ante la música.
De 7 a 9 meses: reacciona al llamado (7 meses), observa conversaciones (8 meses) y escucha tictac del reloj junto a su oído (9 meses). De 10 a 12 meses: comprende el "no" (10 meses), atiende al canto suave a 1 metro de distancia, reacción vocal al escuchar la música y reacción al llamado débil a 1 metro de distancia.
http://www.debate.com.mx/salud/Hipoacusia-en-los-n
16/02/2015