La reducción o perdida de la audición es un problema muy común en bebés recién nacidos, los números indican que aproximadamente tres bebés por cada mil sufren de hipoacusia (disminución o ausencia de sensibilidad auditiva) al nacer.

Esta afección puede llegar a incidir en el desarrollo cognitivo, relacional e intelectual de una persona ya que afecta a un órgano clave para la comunicación. Las causas de esta patología pueden ser hereditarias, producirse por un traumatismo, problemas durante el embarazo o el parto o por enfermedades o medicamentos que la madre haya consumido durante los meses de gestación.

La forma de detectarlo es la reacción del recién nación frente a estímulos auditivos; al nacer todos los bebés son muy sensibles a ruidos o voces que producen diversos efectos en ellos. De ser diagnosticado las medidas a tomar pueden ser diversas, dependen del nivel de pérdida auditiva y van desde la utilización de aparatos hasta operaciones o la enseñanza de lenguaje de señas desde la niñez.

Los medicamentos que las madres embarazadas deben evitar para prevenir patologías auditivas en el bebé son aquellos denominados ototóxicos, lo que significa tóxicos para el aparto auditivo; estas propiedades están presentes en varias drogas, por lo que es recomendable siempre consultar con un médico.

Así, la mejor forma de evitar la presencia de patologías auditivas no hereditarias en el recién nacido es que durante todo el embarazo ambos padres mantengan las indicaciones del profesional a cargo y eviten la automedicación, golpes o exposición a enfermedades.

www.losandes.com.ar
7/03/2015