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«Aquí no hay acoso escolar, los alumnos se protegen»

Margarita Vega Cortina cumple 40 años impartiendo docencia y el curso que viene será el último que ejerza esta profesión. Esta mujer con raíces en Pola de Lena y nacida en Mieres, trabajó durante más de una década en Barcelona tras lo cual se trasladó a Caravia, en cuya escuela rural ha dando clases durante 27 años a niños de entre 3 y 12 años. De hecho el curso que viene una de sus nuevas estudiantes es hija de una antigua alumna.

-40 años dando clases son muchos. ¿Cómo fueron sus inicios?

Terminé los estudios en 1975 y empecé dando clases en casas particulares, luego estuve 3 años en una escuela privada en Barcelona y después 7 en una pública. Entonces me vine a Asturias y desde entonces estoy aquí.

«Lo dejo en 2016. Me da muchísima pena pero hay que ponerse un límite»

«Tenemos los mismos medios que en la ciudad pero con menos alumnos»

«En muchos casos el nivel educativo es mayor en las escuelas rurales»

-¿Vino a Asturias por algún motivo en especial?

Mis raíces son asturianas y me encanta el mar. Al venir los dos primeros años estuve en Navelgas y después me trasladaron a Caravia. Vine aquí para dos años y llevo ya 27.

-Algo tendrá Caravia que la ha cautivado.

Muchas cosas. El mar, la montaña, sus gentes. En estos años las comunicaciones han cambiado muchísimo. Recuerdo que cuando llegué a Prado no estaba asfaltado y ahora, por ejemplo, tardamos apenas dos horas en llegar a León.

-¿Y la escuela?

En la escuela tenemos 11 alumnos, todos ellos de Prado. El máximo que hemos tenido han sido 21 estudiantes. También hemos estado varios años al límite de alumnos e incluso desde la Administración nos llegaron a mandar una carta para cerrar el centro. En Caravia no hay mucho trabajo y tampoco demasiadas casas. Es difícil que tengamos muchos más alumnos.

-¿Cómo que la Administración les mandó una carta para cerrar la escuela?

Fue en el curso de 2007-2008. Aunque teníamos 5 alumnos desde la Administración contaban como que teníamos solo cuatro. Peleé y peleé hasta que conseguimos mantener la escuela. Parecía que tenían ganas de cerrarla. No era la primera vez que lo intentaban, unos años antes también pasó algo parecido pero las madres se pusieron de uñas y consiguieron mantenerla.

-Usted ha trabajado en una gran ciudad como Barcelona y en un pueblo pequeño como Prado. ¿Qué diferencias hay entre la enseñanza en uno u otro lugar?

Los niños donde mejor están es en las escuelas rurales. Tienen más calidad de vida y se nota el que la escuela esté cerca de casa. No tiene nada que ver. Un ejemplo es que comen en casa y cuidan mucho más la alimentación, lo que evita la obesidad infantil. Además a nivel de medios disponemos de los necesarios y tenemos un ordenador por cada niño.

-¿Y a nivel educativo?

No se echa nada en falta. Incluso diría que el aprendizaje es mejor porque casi es una enseñanza particular, personalizada. En las escuelas rurales tienes la posibilidad de conocer a los niños mejor.

-¿Y cómo son los alumnos de Caravia?

Los niños se ayudan entre ellos. Aquí no hay acoso escolar, hay protección. Son todos uno y se defienden los mayores a los pequeños. Los niños de las ciudades tienen otros sistemas de vida. Cada uno va a lo suyo. Son más independientes. Aquí son una familia dentro y fuera del colegio. Además los padres participan mucho en todas las actividades que organizamos, como puede ser el magüestu o Halloween.

-¿Y entre los centros? ¿Se notan grandes diferencias entre que esté ubicado en una ciudad o en un pueblo rural?

Las diferencias con un gran colegio son enormes. En ellos se puede decir que los alumnos son números. En Barcelona tenía a más de 40 estudiantes por clase. En Caravia nunca ha sido así.

-¿Piensa seguir enseñando o tras 40 años de docencia ve ya el final a su etapa profesional cerca?

Lo dejo el 31 de agosto de 2016. Me da muchísima pena pero hay que ponerse un límite. Llevo ya dos años de más. Cuando deje de dar clases seguiré en Caravia. La gente es encantadora. Mientras pueda de aquí no me voy. Es un pueblo que engancha.

-¿Cómo se trabaja en las escuelas rurales?

En nuestro caso tenemos profesores itinerantes compartidos entre los colegios de Lastres y Caravia. Los profesores especialistas dan una única materia, mientras que el resto las doy yo.

-Cada cierto tiempo alguna de las escuelas rurales ve su subsistencia comprometida por la falta de alumnos. ¿Tienen futuro este tipo de centros?

La escuela rural, si se fomentase un poco, no debería desaparecer nunca. Tenemos los mismos medios que la ciudad pero con menos alumnos. En muchos casos el nivel educativo es mayor en las escuelas rurales. Repites las cosas tantas veces a los distintos alumnos que sus compañeros lo oyen y se les acaba quedando mejor

www.elcomercio.es
24/07/2015

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