Nunca es tarde para aprender, ni hay edad para ello.
Esta es la frase en la que se puede resumir la historia de algunos adultos mayores en México como Aurora Torres, quien a los 73 años se decidió a tomar un curso básico de computación, algo que nunca imaginó que llegaría a aprender, o que tendría la oportunidad de hacer en su vida.

Sentada frente a la computadora, durante una de las clases semanales a las que asiste en uno de los centros de computación del Instituto Nacional de Atención para los Adultos Mayores, Inapam, en la ciudad de México, Aurora se concentra y practica en el teclado las lecciones aprendidas.

"Me motivé a estudiar para estar activa. Cuando estuve trabajando, nunca entré a la computación porque no tenía conocimientos y no tuve la oportunidad de que alguien me fuera guiando", dijo Aurora a BBC Mundo.

"Me encanta la computación. Para mi es increíble la computación. Le doy gracias a Dios que a esta edad, 73 años, yo esté aquí".

Sentada junto a Aurora, también muy concentrada en lo que hace con el teclado, está Margarita Torres, de 69 años. Cuando se inscribió en el curso de computación para adultos mayores, tenía muy claro por qué lo quería hacer.

"Me apunté en este curso por dos razones: una porque tengo una hija en Estados Unidos con quien me gustaría poder comunicarme con más frecuencia, y la segunda, porque siempre fue una inquietud para mí aprender, pero no tuve la oportunidad, por estar trabajando".

En la compañía donde Margarita trabajaba sí había computadoras, pero siendo una gerente, no necesariamente era ella la que las utilizaba. Eran sus secretarias las que las usaban para hacer el trabajo que ella les pedía.

"Yo no tenía oportunidad de entrar en la computadora, porque siempre todo era a la carrera, y había otras personas que hacían ese trabajo por mí", agrega Margarita.

BBC
2/01/2006