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Estimulación temprana para tu bebé. Desarrollo.

El mundo actual exige que los seres humanos sean más competitivos desde edades cada vez más tempranas, por lo que es necesario que el bebé comience a ser instruido con ejercicios físicos y sensoriales al cumplir los diez días de nacido.

Este conjunto de actividades corresponde a las diferentes técnicas de estimulación temprana, las cuales comenzaron a tener auge en México durante la década de los noventa, siendo impartidas en diferentes escuelas, cada una con su propio método pero con el mismo objetivo: que los niños desarrollen conciencia y control de su propio cuerpo para integrarse al mundo al que llegaron.


Dominio de tres o más idiomas, autoestima, seguridad en sí mismo y una infancia en plenitud, son algunos beneficios que ofrece la estimulación temprana cuando es encausada, pues estas sesiones sistematizadas de trabajo deben realizarlas los padres de familia, hasta dos veces, todos los días, sin excepción, en periodos que van de diez a veinte minutos.

Jimena Daza Martínez, maestra de atención temprana en Mi parto en agua, comentó que la mayoría de los adultos que recibieron estimulación temprana, son personas que a lo largo de su vida se les ha facilitado el aprendizaje, ya que desde bebés han trabajado a la par sus dos hemisferios cerebrales.

“Los bebés se mueven por reflejo, al aplicar las técnicas de estimulación logramos que esto lo hagan de manera voluntaria, es decir, dominarán más rápido su cuerpo y esto les facilitará procesos como sentarse, gatear y caminar”, agregó la también maestra de educación inicial.

El ABC del bebé. A diferencia de la década de los noventa, y más aun con las anteriores, hoy día están disponibles diferentes recursos educativos para que los padres de familia aprendan a dar estimulación temprana a sus bebés; basta con navegar en los buscadores de internet para encontrar video tutoriales, manuales e incluso aplicaciones para dispositivos móviles.

La maestra Daza Gutiérrez explica que los papás pueden fabricar sus propios materiales para trabajar con sus hijos, ya que entre los cero y los dos años de vida, los recursos básicos que se necesitan son: aprender a dar masaje al recién nacido, objetos con diferentes formas y texturas, figuras de varios tamaños y colores y sustancias aromáticas, entre otras.

“Para darle la sesión a su bebé, los papás ya lo deberán haber alimentado y cambiado su pañal, así como propiciar un ambiente armónico, pues de esta manera el recién nacido comenzará a asociar la rutina de trabajo con momentos placenteros”, explicó Daza Martínez.

Al nacer, los sentidos que están más desarrollados son el olfato y el tacto, sensibilidad sensorial que debe aprovecharse para que el bebé aprenda a reconocerse; por ejemplo, mediante el masaje en zonas específicas, el niño se hace consciente de dónde inicia y termina su cuerpo, lo mismo ocurre con sus brazos, piernas y cabeza.

Así como con los masajes, al ocupar objetos con varias texturas y colocarlos en diferentes partes del cuerpo, lo que se está haciendo es crear conexiones neuronales, las cuales el recién nacido podrá comenzar a utilizar para llevar acabo procesos más sofisticados como sentarse o gatear.

De acuerdo con la experiencia de la especialista, quien es Guía Montessori, los niños que reciben ejercitación desde sus primeros días de vida logran tonificar sus músculos más rápido en comparación con los que no son estimulados, asimismo, es mejor su movimiento motriz fino y grueso.

“Los bebitos que de manera tradicional son envueltos en una cobija como si estuvieran atrapados, son los que pueden tardar más tiempo en tener control de su cuello para soportar la cabeza y tener limitaciones en su percepción visual, es decir, son niños de un mes de edad que no siguen con la vista a las personas u objetos que están en movimiento”.

Por razones de trabajo, a muchos padres de familia se les complica dedicar tiempo a sus hijos, sin embargo la sesión diaria de estimulación temprana puede ser suficiente, no lo ideal, para fortalecer vínculos, lo cual puede tener ganancias secundarias. Por ejemplo: si papá ejercita los músculos de las piernas del bebé, éste aprenderá a gatear más rápidamente con lo que comenzarán a trabajar los dos hemisferios del cerebro del bebé, lo que en consecuencia le facilitará, a lo largo de su vida, procesos de operaciones concretas como las matemáticas.

Al igual que los niños de las generaciones previas al auge de este tipo de enseñanzas, los que no reciban estimulación temprana también sobrevivirán, sin embargo, casi a cualquier padre de familia le agrada la idea de que se instruya lo más posible a sus hijos. En este sentido, se ha observado que estos bebés en el futuro son seres más participativos y desinhibidos, se mueven con mayor libertad y desarrollan mejor sus horizontes mentales.

Crónica México.
18/03/2017

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