El contacto con un niño con autismo cambió la vida de Elena Burguete Vidal, una leonesa que acaba de ser elegida como la mejor profesora de educación especial por la innovación, la ambición y la excelencia en los Islington Awards Education, premios de educación de este municipio londinense, en la modalidad de educación especial.

Hace diez años, cuando aún estudiaba Filología Inglesa, decidió realizar el Erasmus en la capital británica. Luego prolongó su estancia para hacer un máster en Turismo Internacional y Dirección de Hoteles.

Un buen día vio un anuncio en el que ofrecían 600 libras por 15 días de prácticas en un colegio del barrio de Islington. Se presentó y la seleccionaron. Se le abrió una ventana a un mundo maravilloso. Su misión, durante las dos semanas de la estancia, era preparar a un niño con autismo para que accediera a otras asignaturas. Aquella experiencia despertó su vocación para la enseñanza. Preparó el máster de profesorado español, pero la educación ‘normalizada’ «no me acabó de llenar» y cuando se enteró de que en el colegio The Courtyard: St Mary Magdalene Academy buscaban a alguien para trabajar con niños con autismo, Elena Burguete decidió formarse en educación especial.

Actualmente es directora de Bachiller y profesora de desarrollo social y empleabilidad de la sección de educación especial. Tiene bajo su responsabilidad a 18 estudiantes con autismo de altas capacidades, entre 14 y 19 años, y su misión es prepararles para realizar estudios superiores o para el mundo laboral.

«Son niños que pueden ir a la universidad o desempeñar un trabajo en una empresa. Se comunican bien intelectualmente pero tienen barreras a nivel social y personal», explica. En el colegio personalizan la educación de cada alumno y alumna. «Hay niños que pueden acceder a unas asignaturas y otros no, así que potenciamos los itinerarios vocacionales», explica.

En los últimos cinco años, Elena Burguete ha trabajado en el aula en el desarrollo de herramientas para facilitar el acceso a puestos de trabajo de este alumnado con autismo potenciando su desarrollo personal y social. «Estrategias que una persona neurotípica sabe, las personas con autismo las desconoce», explica.

Las diferencias entre la mente de una persona con autismo y una neurotípica las explica esta leonesa con un ejemplo muy gráfico: «Es la misma diferencia que entre un sistema operativo Apple respecto al de Microsoft en un ordenador». Los dos son igual de válidos, pero diferentes.

Después del éxito con el alumnado, el colegio se plantea ahora un nuevo reto: «Formar a las empresas para ofrecerles contratar a personas con autismo», explica. La innovadora profesora asiste ahora a clases de oratoria para transmitir el mensaje a las empresas candidatas, como Coca Cola, Facebook y Google.

Elena Burguete apunta que las personas con autismo «tienen cualidades que no tienen las personas neurotípicas, como la honestidad, no saben mentir», Esto es algo que viene muy bien, pero también las empresas tienes que «aprender a lidiar con alguien que te dice siempre la verdad y que tiene una memoria muy grande», añade.

Después de diez años en Londres —«nunca he trabajado en España»— aún no se plantea el retorno, aunque hace dos años vino aquí a dar a luz a su hijo. «Es una ciudad maravillosa, tengo a mi familia y a mis amigos, pero el sistema de trabajo está a años luz». Le gustaría que las asociaciones de autismo, conoce a la de León, visiten su colegio para ver la experiencia de cerca.

Agradecida y orgullosa del reconocimiento, para el que fue propuesta por su directora, Deborah Shepherd, lanza un mensaje de optimismo: «Hay que tirar hacia adelante. Todo se puede conseguir, las barreras están en la mente»

Diario Léon
26/02/2019