Durante el último encuentro legislativo de Puerto Madryn, los ediles aprobaron un proyectodestinado a la colocación de “pictogramas” en distintos espacios de la ciudad, con el objetivo de mejorar la inclusión para quienes padecen trastorno del espectro autista (TEA) y síndrome de Asperger, entre otros.

Un pictograma es el nombre con el que se denomina a los signos de los sistemas alfabéticos basados en dibujos significativos; en el diseño del mismo, deberían suprimirse todos los detalles superfluos.

Actualmente, es entendido como un signo claro y esquemático que sintetiza un mensaje sobrepasando la barrera del lenguaje; con el objetivo de informar y/o señalizar. En los tratamientos para personas con autismo suelen aplicarse el uso de pictogramas como una herramienta de comunicación y organización, ya sea en las agendas visuales o en la clarificación de los distintos escenarios que se encuentran en la casa.

Integración y comprensión social

El proyecto iba a ser, en principio, girado a Comisión y se enmarca en la reunión del Consejo Provincial de Discapacidad realizada el pasado 3 de mayo en Puerto Madryn, a partir del cual representantes de la Asociación Aprender a Volar, con abordaje en el trastorno del espectro autista, propusieron que se instalen en la ciudad pictogramas “para mejorar la calidad e inclusión social de sus hijos e hijas”.

Además, la normativa “busca favorecer la promoción de la autonomía personal, la atención y comprensión de personas en relación a su discapacidad, o las condiciones del lenguaje; promoviendo, asimismo, la integración y la inclusión en todos los ámbitos sociales, educativos, deportivos y culturales, fomentando la comprensión social, los derechos de igualdad, de participación y la mejoría de la calidad de vida de las personas con autismo, trastorno del desarrollo, síndrome de Asperger, entre otros”.

En ámbitos públicos y privados

A su vez, uno de los artículos solicita “proceder a la colocación, en distintos establecimientos públicos y privados de concurrencia masiva, pictogramas con una medida que se establece a nivel internacional, entre 18 por 18 centímetros, que representen fielmente aquello que indican con elementos claramente visibles y precisos, para facilitar la accesibilidad de información a personas con TEA, TGD, síndrome de Asperger, entre otros”.

Inicialmente, el proyecto fue expuesto por Franco Albanesi en el recinto, de cara a que el mismo fuera girado a Comisión para ser analizado en conjunto con otras asociaciones que abordan la temática; a lo cual su par del oficialismo, Miguel Antín, pidió que “en virtud de los contenidos del proyecto de Ordenanza, pediría que se trate sobre Tablas y que sea aprobado, si así lo decide el cuerpo”, lo cual finalmente ocurriría con la unanimidad de los bloques presentes.

Subirán información a la web

En su segundo artículo, la propuesta señala que “para el caso de los establecimientos privados, el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) creará un registro de inscriptos, para aquellos que quieran adherirse a esta normativa”, y en el tercero, la iniciativa figura que el DEM “asesorará a los establecimientos privados inscriptos y que soliciten dicho pictograma”.

Seguidamente, “a través del portal de la página web del Municipio, se proporcionará toda la información correspondiente a los pictogramas, y se invitará a los medios audiovisuales locales a proporcionar la misma información en algunos de sus espacios, y ser parte de la difusión de los pictogramas”.

También, “el DEM realizará campañas de difusión e información periódica en medios de comunicación masivos de la ciudad, acerca de los usos, significados e importancia de los pictogramas”.

Unos 400 mil niños autistas en Argentina

Según cifras relevadas por la Asociación Argentina de Padres de Chicos con Autismo (APAdeA), en Argentina hay actualmente unas 400 mil personas con autismo; inclusive, se estima que se trata de una condición que posee uno de cada 59 niños.

Las personas que se encuentra dentro del espectro autista suelen caracterizarse por tener desafíos socio-comunicacionales y patrones repetitivos y restringidos de intereses, conductas y actividades, entre otras cuestiones.

A su vez, en las dimensiones del lenguaje y del nivel cognitivo pueden tener características muy variadas; por ejemplo, desde no hablar a hablar con un vocabulario muy amplio y sofisticado, y desde tener una discapacidad intelectual a poseer un nivel de inteligencia superior a la media.

El Diario
22/05/2019