Un estudio de la Universidad sobre el autismo advierte que hay "muchos casos sin diagnosticar". Un estudio epidemiológico sobre el autismo en población infantil y adolescente en la provincia de Zaragoza, desarrollado en la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza y dirigido por la profesora María Frontera, ha puesto de manifiesto que "existen muchos casos sin diagnosticar o con diagnóstico Publicidad erróneo". Así lo explicó Frontera en rueda de prensa, quien agregó que esto es así "especialmente en las formas clínicas menos severas y que no presentan retraso mental asociado". Respecto a los casos sí detectados, precisó que son 131, lo que presenta una prevalencia de 11,5 casos por 10.000. La especialista indicó que ya se han recogido datos de Huesca y de Teruel y si bien no pudo avanzar las conclusiones, comentó que la falta de diagnóstico se da también en las otras dos provincias aragonesas. Por ello, consideró necesaria "la constitución de un equipo especializado que pueda colaborar con los profesionales implicados en una identificación diagnóstica más temprana y en una atención más adecuada", para conseguir "una centralización de todos los datos", que es el punto de partida "para la eficacia en la programación de los servicios". Por otra parte, Frontera adelantó otras conclusiones como la existencia de "diagnóstico ambiguos", siendo en la mayoría de los casos el primer diagnóstico "ajeno al espectro del autismo". Además, la mayor parte de los alumnos con estos trastornos presenta retraso mental asociado, aunque un 21,4 por ciento tienen un nivel de inteligencia normal. También "se confirman graves problemas en comunicación y lenguaje comprensivo y expresivo, con un alto porcentaje de niños con mutismo o que emiten sólo palabras aisladas" y cuando existen conductas comunicativas tienen exclusivamente la finalidad de pedir. Asimismo, Frontera comentó que aunque son niños "muy aislados", la mayor parte están vinculados y se relacionan sólo con adultos o bien con otros niños, pero sólo cuando se les induce a ello, mientras que otros "no saben cómo relacionarse". "Los problemas de comportamiento son muy frecuentes en los alumnos con este tipo de trastornos" y destacan conductas de resistencia al cambio, con "rabietas, estereotipias, rituales y comportamientos agresivos", especialmente hasta los 5 años. La directora del estudio indicó también que se ha puesto de manifiesto "la severa limitación en las funciones de simbolización e imagiación" y que "la mayor parte no presentan juego simbólico o de ficción". Además, "indican una inexpresividad emocional o expresión anormal", con falta de respuesta a las expresiones emocionales de los demás y con dificultades de motricidad. Respecto a su escolarización, comentó que la mayor parte están en centros de educación especial o integrados en un centro público, correspondiendo a los primeros los alumnos con mayor retraso mental, aunque dijo, que "de confirmarse los datos habría cinco niños con nivel de inteligencia normal escolarizados en centros especiales". Ante esta realidad, la especialista puso de manifiesto la necesidad de crear aulas en centros normalizados del sistema educativo, así como "adecuarlo a la senda trazada por la normativa autonómica más reciente". El estudio se ha hecho en la provincia de Zaragoza en población nacida entre 1984 y 1999 y se ha estudiado población infantil y adolescente con trastornos generalizados del desarrollo, lo que supone incluir el autismo y los trastornos relacionados con él. Estos trastornos se ponen de manifiesto en los primeros años de vida. El estudio se incluye dentro de una línea de investigación del programa del tercer ciclo del Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza y se ha contado con el apoyo de los colegios de educación especial, los equipos de orientación educativa y psicopedagógica, equipos de atención temprana, los centros de base del Instituto Aragonés de Servicios Sociales y los departamentos de orientación de los centros de Secundaria.
8/07/2002