La presidenta de la Asociación Dislexia y Familia (Disfam) de Baleares, Araceli Salas, responsable de la organización del II Congreso Nacional sobre esta enfermedad indicó que el 99 por ciento de afectados por este mal que pide ayuda sufre problemas emocionales.

La presidenta indicó que en Europa se estima que hay 38 millones de afectados por dislexia, según un cálculo estadístico que sitúa entre el 10 y el 15 por ciento el potencial de población que puede padecer un problema, que, sin embargo, tiene un nivel muy bajo de diagnosis, por lo que la enfermedad es conocida como el 'transtorno invisible'.

No obstante, los transtornos más graves causados por esta enfermedad, que sufren los aquejados de una dislexia severa, sólo afectan alrededor de un 5 por ciento de los enfermos.

Salas, que compareció junto al presidente de la Federación Española de Dislexia, el mallorquín Iñaki Muñoz, indicó que el perfil de las personas que acuden a su asociación ha variado, ya que ahora acuden más jóvenes que cursan estudios superiores.

La presidenta de Disfam apuntó a la difusión obtenida por la enfermedad gracias a los medios de comunicación como un factor que podría explicar que muchas personas adultas hayan decidido solicitar ayuda.

También señaló que los servicios médicos de neuropediatría les derivan pacientes para tratar de detectar casos de dislexia en niños.

La asistencia que piden los adultos disléxicos tiene como objetivo obtener apoyo emocional, conocer técnicas y métodos de estudio, información sobre legislación referida a la enfermedad y ayuda para obtener el carné de conducir.

Terra
13/12/2006