El estrés emocional, en particular en personas con trastornos cardiacos preexistentes, puede causar ritmos cardiacos irregulares o arritmias y muerte repentina, principalmente a través de acciones de las regiones cerebrales primitivas como el tronco cerebral a través de mensajes enviados al tejido cardiaco.
Estudios anteriores han sugerido que la corteza, que regula las funciones cerebrales complejas como el aprendizaje, la memoria y las emociones, también recibe información entrante del corazón y podría participar en la retroalimentación que amplifica los episodios cardiacos inducidos por el estrés.
Un estudio del 'University College' de Londres (Reino Unido), publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), y dirigido por Marcus Gray, midió la actividad cardiaca y cerebral en pacientes con un trastorno cardiaco mientras los pacientes realizaban una tarea medianamente estresante que eleva su tasa cardiaca, al contar de forma rápida hacia atrás de siete en siete.
Todos los pacientes experimentaron un aumento de la actividad cardiovascular como por ejemplo su presión sanguínea sistólica o la tasa cardiaca. Las medidas de funcionamiento del músculo cardiaco variaron entre los pacientes y correlacionaron con la mayor actividad de la corteza temporal izquierda y la corteza frontal lateral.
Los descubrimientos demuestran que la corteza participa en un bucle de retroalimentación que regula la respuesta cardiaca al estrés, y este mecanismo podría proporcionar información sobre las arritmias y la muerte súbita causada por el estrés en personas con trastornos cardiacos.
Psiquiatria
30/04/2007
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