La esperanza media de vida de las personas afectadas por el síndrome de Down ha pasado de los 25 a los casi 60 años en las tres últimas décadas, debido a los avances médicos y al tratamiento de enfermedades que antes no se atendían.
Según explicó el presidente de la Fundación Iberoamericana Down 21, el catedrático de Farmacología Jesús Flórez, los tratamientos, tanto médicos como quirúrgicos, han mejorado "extraordinariamente" en los últimos 30 años y han permitido solucionar patologías que afectan especialmente a este colectivo. Así, señaló que ahora se operan las cardiopatías congénitas, una afección con la que nacen el 50 por ciento de los niños con síndrome de Down y que hace unas décadas provocaba su muerte en unos meses.
Lo mismo ocurre con las leucemias, algunas de ellas más frecuentes entre este colectivo, y que antes no se trataban, o los problemas oculares, que padecen un 80 por ciento de estos niños, y que les impiden aprender a leer o escribir.
"Eso ha cambiado radicalmente", dijo Flórez, primero por el avance de las técnicas y después por el cambio de actitud de la sociedad, incluidos los médicos.
"Si hace 30 años se decía no vale la pena, hoy se dice vale la pena", apostilló. Añadió que en la actualidad también se aplican tratamientos psiquiátricos a problemas de conducta "serios", como la depresión ú otros trastornos, que en el caso de estas personas se suman a su discapacidad intelectual y requieren no sólo fármacos, sino, y sobre todo, una terpaia "mucho más amplia".
De minorias
14/11/2007