El envejecimiento de personas con discapacidad intelectual, es un fenómeno que empieza a formar parte de nuestra realidad social. Según el Boletín sobre Envejecimiento publicado por el IMSERSO, en los últimos años, se ha producido un incremento de la esperanza de vida de las personas con discapacidad intelectual y, actualmente, hay cifras que apuntan que 4 de cada 1.000 personas con discapacidad intelectual superan los 60 años y, más del 70% de las personas con Síndrome de Down, viven más de 50 años.
Este incremento de la esperanza de vida se debe principalmente a dos factores: el progresivo envejecimiento de la población y los recientes adelantos científicos que permiten establecer mejor el conocimiento de las causas y características de las enfermedades y patologías que, hasta hace muy poco, eran causa de mortalidad a edades tempranas.
El envejecimiento prematuro que afecta a las personas con discapacidad intelectual, se caracteriza por un deterioro en la percepción de la calidad de vida asociado, principalmente, a la pérdida de autonomía para realizar actividades de la vida cotidiana. En este sentido, cuanto mayor es el retraso mental y/o problemas asociados a la discapacidad intelectual, antes se manifiestan los signos del envejecimiento.
Conscientes de esta realidad, Obra Social Caja Madrid colabora con la Asociación de Padres de Disminuidos Psíquicos La Paz (ADISPAZ) en la puesta en marcha del “Programa de Envejecimiento” destinado a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual de edad media y avanzada, desarrollando un conjunto de actuaciones que eviten el envejecimiento prematuro, retrasen la aparición de síntomas del mismo.
El programa, incluye varias áreas con el objetivo de ralentizar el proceso de envejecimiento de las personas con discapacidad intelectual. Por ello, se proporcionan distintas herramientas que favorezcan el desarrollo y/o mantenimiento de habilidades de la vida diaria, evitando la pérdida de autonomía personal y social, y favoreciendo el desarrollo de relaciones interpersonales positivas que eviten la perdida de habilidades sociales.
A través de este proyecto, dirigido a personas con discapacidad intelectual mayores de 35 años que es la edad en la cual en estas personas se hacen visibles síntomas de envejecimiento, los técnicos y el personal de atención directa intentan mejorar y mantener las capacidades físicas, psicológicas, intelectuales y adaptativas de las personas con discapacidad intelectual.
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2/05/2008