Sólo 28 personas con síndrome de Down de Castilla y León trabajan en estos momentos en alguna empresa de la Comunidad. Y una cifra ligeramente superior lo hace en un entorno protegido. Lo que supone el dos por ciento del total de la población de este colectivo empleable, en disposición de trabajar.

«Tengo síndrome de Down pero no soy distinto a ti» es el lema del manifiesto que, con motivo del Día Mundial del Síndrome de Down» celebrado ayer, las personas que sufren esta discapacidad reivindican ser iguales que el resto de ciudadanos y que no haya diferencias de ningún tipo. «No somos enfermos, y tenemos cualidades y defectos como todos, así como derecho a equivocarnos y a vivier con nuestros amigos o parejas y a cumplir nuestros sueños», señalaba Camino, una joven con síndrome de Down durante la lectura del manifiesto.

Antes, el presidente de la Federación de Castilla y León de Personas con Síndrome de Down, Luis Mayoral, pedía al Gobierno regional su apoyo para desarrollar un itinerario vital, que acompañe a las personas desde que nacen hasta que envejecen activamente, y confiaba en que la crisis y «la tijera de los recortes» no llegue a este colectivo. «Sería una pena tirar por la borda un entramado asociativo familiar que tanto esfuerzo ha costado alcanzar», advertía Mayoral, quien aprovechaba la presencia de la consejera de Familia, Milagros Marcos, para pedirle también que retome un proyecto que fomentaba la contratación de personas con síndrome de Down con el apoyo de un asistente. Una medida que había funcionado muy bien durante tres años pero que desapareció el año pasado de los presupuestos por la crisis.

La consejera, por su parte, recogía el guante y se comprometía a avanazar en la inserción laboral de estas personas. Marcos recordaba que se está trabajando en la autonomía personal de este colectivo y en la conversión de los centros ocupacionales de personas con discapacidad en centros especiales de empleo. Y que en Burgos existe un proyecto piloto que da continuidad en un centro de día u ocupacional a las personas con discapacidad cuando salen del sistema educativo. Marcos se comprometía a buscar las causas del por qué no se cubre el 10 por ciento de plazas que la Junta reserva por Ley a estas personas y a potenciar la formación de los que se presenten a las convocatorias.



Objetivo: igualdad de derechos

En Castilla y León viven unas tres mil personas con síndrome de Down, de las que el 54 por ciento son hombres y, el resto, mujeres. Todos ellos residen en el medio rural y urbano a partes iguales. Un colectivo que celebró su Día con un objetivo: lograr la plena igualdad y tener las mismas oportunidades que el resto.

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25/04/2012