La precocidad en la detección de la hipoacusia y su diagnóstico son de vital importancia, ya que determinan el desarrollo del lenguaje oral y la integración de los niños en nuestra sociedad y representa un nuevo reto para los profesionales que intervienen en el proceso de la detección, la evaluación, la adaptación protésica y la rehabilitación auditiva.

Con el fin de compartir conocimientos, experiencias e inquietudes entre los profesionales en esta materia se han celebrado en Valencia las II Jornadas de Audiología Pediátrica, organizadas por Widex Audífonos, que reunieron a más de medio millar de personas.

Los expertos reunidos en estas jornadas han resaltado que las investigaciones ponen de manifiesto que la intervención precoz antes de los seis meses de vida mejora los resultados del lenguaje, en el habla y en el desarrollo socio-emocional.

Por ello, han señalado la importancia de que, a partir del próximo año, sea obligatorio para todas las autonomías la implantación del cribaje neonatal a todos los recién nacidos, a fin de detectar la existencia de una posible anomalía auditiva.

Los asistentes han comentado que los nuevos programas de detección precoz, que se desarrollarán en el marco de cada comunidad autónoma, tienen por objeto la detección de la hipoacusia en el primer mes de vida, el diagnóstico preciso a los tres meses y la instauración del tratamiento adecuado en torno a los seis meses. Sin embargo, han alertado de que no tiene sentido implantar un programa de detección precoz si éste no prevé los procesos posteriores de diagnóstico e intervención terapéutica.

Las jornadas también han recalcado que el diagnóstico audiológico debe asentarse tanto en las pruebas objetivas como en las subjetivas, ya que son complementarias. En opinión de los expertos, descartar una puede comportar errores de diagnóstico.

Interacción disciplinar
Además, en la reunión se ha hecho especial hincapié en que el resultado terapéutico de un niño hipoacúsico no depende exclusivamente de la competencia de los profesionales implicados, sino en gran medida de la interacción que se establezca entre todos ellos.

El proceso comporta que, una vez creado el sistema, haya que contar con la estructura necesaria para conseguir la eficacia precisa, lo que significa poder cubrir todos los frentes: detección precoz y diagnóstico, intervención terapéutica, adaptación de soluciones. Es decir, para que este nuevo marco de actuación sea verdaderamente eficaz, es preciso que los profesionales implicados en él -otorrinolaringólogos, audioprotesistas, logopedas y psicólogos- puedan mantener una perfecta interrelación.

diariomedico.com
1/02/2005