María José González Arcas | 1/05/2018

En algún momento de la adquisición del lenguaje, la mayoría de los niños han tenido dificultades a la hora de producir los fonemas correctamente. El problema comienza a  surgir cuando pasados los cuatro o cinco años, el niño continúa con estas dificultades y no se hace nada para solucionarlo. Existen diferentes tipos de dislalias con consecuencias distintas en cada niño, por ello es aconsejable un tratamiento individualizado de la mano de un logopeda colegiado, dando el apoyo que necesiten en los diferentes contextos en los que se desarrollan.

CAUSAS QUE PUEDEN PRODUCIR ESTAS DIFICULTADES

Va a depender de cada niño y del tipo de dislalia que se trate. Veamos algunas de las causas más frecuentes:

- Defectos en la audición.

- Problemas de tipo afectivo provocado por falta de cariño, padres ansiosos, ambientes desestructurados, estilos educativos inadecuados, etc.
 

- Padres descuidados y con falta de interés en el desarrollo del lenguaje del niño.
 

- Padres exigentes. Cuando los padres "creen" que el niño se está retrasando en la adquisición del lenguaje y le exigen que pronuncie correctamente las palabras, repitiéndolas una y otra vez.
 

- Padres que hablan al niño en lenguaje "infantilizado". Cuando los padres hablan como los hijos y le hablan utilizando el mismo lenguaje como algo gracioso.

Esto puede ser válido en bebés que asocian objetos a sonidos, pero a partir del año deben usarse palabras y frases bien construidas.

- Situaciones de bilingüismo o vivir en determinadas poblaciones donde se tiende a hablar de forma incorrecta sustituyendo u omitiendo fonemas.
 

- Familiares que hablen de forma incorrecta. Los niños aprenden por imitación de modelos familiares, por ello la importancia de utilizar unas estructuras correctas.

- Debido a una lesión cerebral.

CONSECUENCIAS Y TRATAMIENTO

Son múltiples los problemas que pueden surgir, entre ellos destacar los escolares, que les repercutirá a la hora de aprender a leer y escribir, ya que presentan dificultades en la discriminación de los fonemas.

Además, los niños que tienen dislalias pueden tener dificultades en la percepción y organización espacio-temporal, pueden parecer distraídos, con falta de interés, y con poco rendimiento escolar y como consecuencia a veces son motivo de burlas por parte de sus compañeros que los  imitan ridiculizándolos.

Por todo ello, es recomendable comenzar lo antes posible con un tratamiento individualizado, para poder interiorizar  y generalizar  mejor . Para ello, un logopeda colegiado deberá de realizar una   evaluación  exhaustiva, recabando todo tipo de información, para la posterior intervención, la cual, para que sea más eficaz, en el caso de los niños, sería muy  importante que los padres se impliquen y ayuden también al niño.

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