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Ciclotimia, un acercamiento más profundo (Parte II)

El diagnóstico de la ciclotimia es bastante difícil de realizar. Esto se debe a que se puede camuflar con inmensas causas. Otro aspecto a señalar, es que suelen acudir más personas a tratamiento cuando los síntomas que prevalecen son los depresivos. Esto se debe a que son más incapacitantes y pueden ocasionar más problemas en el día a día.

Síntomas frecuentes con estado de humor hipomaníaco

  • Aumento de la autoestima.
  • Optimismo desmesurado.
  • Sensación excesiva de bienestar y felicidad
  • Exagerada actividad física.
  • Irritabilidad y agitación, tanto motora como cognitiva.
  • Menor necesidad de descansar.
  • Percepción del juicio alterada, lo que puede dar lugar a realizar comportamientos de riesgo.
  • Aumento de la incapacidad de mantener la atención y problemas para conservar la concentración.
  • Verborrea (necesidad de hablar más de lo habitual).
  • Inestabilidad emocional, pudiendo reaccionar a los eventos de forma extrema.
  • Impulsividad
  • Irresponsabilidad
  • Hiperactividad

 

Diagnóstico de la ciclotimia

El diagnóstico de la ciclotimia se lleva a cabo en aquellos adultos que experimentan periodos, tanto hipomaniacos como depresivos, durante al menos 2 años. En niños y adolescentes basta con un año entero para su diagnóstico. No obstante, en estos períodos nunca se llegan a cumplir los criterios de episodios de manía, hipomanía o depresión mayor. Además, a este criterio principal se le suma que dichos períodos hipomaniacos y depresivos están presentes la gran mayoría del tiempo. Es decir, se experimentan en el día a día, en situaciones comunes.

 

Los síntomas deben prolongarse más de dos meses durante dos años en los adultos. Y un año cuando hablamos de niños y adolescentes. Hay que tener cautela y no confundirlo con otros trastornos con los que puedan compartir varios síntomas. En especial nos referimos a aquellos en los que también hay cambios de humor bruscos o frecuentes. Por ejemplo, trastornos de personalidad (histriónica, limite o antisocial). Un elemento que nos puede ayudar a diagnosticar correctamente una ciclotimia, es la presencia de factores bifásicos o cíclicos (oscilaciones depresión-hipomanía).

 

Evaluación de la ciclotimia

Actualmente no existe ninguna prueba estandarizada con la que se pueda diagnosticar la ciclotimia. La evaluación objetiva de la manía ha recibido menos atención por parte de los investigadores. Su gravedad ha sido valorada de una manera muy global. Hasta hace relativamente poco, no comenzaron a aparecer escalas de cuantificación. La evaluación de la manía suele partir de observaciones conductuales.

 

Recientemente podemos utilizar un fácil y sencillo método. Tiene el fin de medir los cambios y fluctuaciones que pueden darse en trastornos como la ciclotimia. La técnica consiste en señalar todos los días, en una línea de unos 100 milímetros, la intensidad de estos síntomas. Esta estrategia de evaluación continua puede ser de gran importancia para recabar más datos sobre el curso de estos trastornos.

 

Desarrollo y curso de la ciclotimia

La ciclotimia comienza normalmente en la adolescencia o en la edad adulta temprana. A veces se considera que refleja una predisposición temperamental hacia otros trastornos del estado de ánimo. El comienzo de la ciclotimia suele ser insidioso y su curso es persistente. Existe un riesgo del 15-50% de que un paciente con ciclotimia desarrolle posteriormente un trastorno bipolar. Por lo que se recomienda su tratamiento para poder evitar un mal mayor.

 

Es necesario señalar que los pacientes que sufren ciclotimia tiene más probabilidades de presentar trastornos relacionados con el abuso de sustancias y trastornos del sueño. Y dentro de la población infantil, la ciclotimia tiene mayor comorbilidad con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). CogniFit ofrece una plataforma de evaluación para aquellos que sospechan tener TDAH con resultados personalizados.

 

La ciclotimia suele progresar hasta desarrollarse, la mayoría de las veces, en un trastorno bipolar. No obstante, la ciclotimia también puede continuar como una afección crónica, o desaparecer con el paso del tiempo. Por estos motivos, resulta crucial que cualquier persona con ciclotimia busque ayuda profesional e inicie un tratamiento.

 

Hombres y mujeres con ciclotimia. Diferencias y semejanzas

Como hemos mencionado anteriormente la prevalencia de la ciclotimia afecta por igual tanto a hombres como a mujeres. Lo que, si es cierto, es que existe un porcentaje mayor de mujeres que acudirán a tratamiento. Sin embargo, muchas veces se pueden achacar estos cambios de humor a desequilibrios hormonales o rasgos de personalidad. Y como consecuencia no reciben el tratamiento adecuado que deberían. Esto podría explicarse, sobre todo, por patrones culturales ya establecidos.

 

Los hombres en cambio, suelen restarle importancia a estos cíclicos cambios de humor. Y no tomar conciencia de su problema. Incluso es frecuente que lo atribuyan a causas externas, a familiares cercanos o a situaciones estresantes.

 

Como hemos podido ver, el diagnóstico de la ciclotimia es bastante difícil de realizar. Esto se debe a que se puede camuflar con inmensas causas. Otro aspecto a señalar, es que suelen acudir más personas a tratamiento cuando los síntomas que prevalecen son los depresivos. Esto se debe a que son más incapacitantes y pueden ocasionar más problemas en el día a día.

 

Con los niños o adolescentes tenemos el mismo problema. Lo primero que unos padres pueden llegar a pensar, es que sus hijos están pasando por una mala época con los estudios. O bien se deba a problemas con amigos o familiares cercanos. Incluso se puede llegar a pensar que la causa esté en un mal comportamiento o falta de normas. Con ello lo único que conseguimos es restar importancia al trastorno y culpabilizar al paciente de sus recurrentes cambios de humor.

 

Podemos hacer que se agrave la ciclotimia o que incluso desemboque en un trastorno bipolar. Por tanto, es aconsejable estudiar detenidamente todas las variables que pudieran estar afectando a la persona perjudicada. Y observar a que se debe su comportamiento cambiante.

 

Tratamiento de la ciclotimia

Hoy por hoy no disponemos de un tratamiento específico para tratar la ciclotimia. Pero sí tratamientos que pueden llegar a reducir su morbilidad y ayudar a minimizar el riesgo de desarrollar un Trastorno Bipolar.

 

El objetivo específico de estos tratamientos es disminuir la frecuencia, severidad y consecuencias psicosociales de los episodios ciclotímicos que sufre el paciente. Mejorando, por consiguiente, su estilo de vida.

 

Entre los tratamientos más comunes que podemos utilizar, se encuentra la Terapia Cognitivo-Conductual. Siendo una de las más utilizadas en combinación con el tratamiento farmacológico. Se trata de aplicar los principios cognitivo-conductuales para que los pacientes se adhieran a la medicación correspondiente. Y que además, adquieran habilidades o reduzcan los problemas que acarrean los estados ciclotímicos de este trastorno. También son de gran utilidad los programas multicomponentes, que se suman a lo anterior, como la psicoeducación.

 

Igualmente consiguen excelentes resultados tratamientos como la Terapia marital y familiar o la Terapia Interpersonal y del ritmo social. Entre otras muchas más que podemos utilizar para trastornos de este tipo. Como ocurre con cualquier afección, siempre elegiremos el tratamiento que mejor se adapte a las características personales e interpersonales del paciente. Pudiendo elegir entre un enorme abanico de posibilidades. Así, estudiaremos abundantes combinaciones hasta dar con los resultados más óptimos.

 

¿Cómo afrontar la ciclotimia en el día a día?

Combinando una correcta medicación y una terapia eficiente que nos esté dando resultados beneficiosos, tenemos más de la mitad del camino recorrido. A todo esto, le podemos sumar un par de consejos y tips muy sencillos. Podemos llevarlos a cabo nosotros mismos en nuestro día a día. Y nos ayudarán a aumentar ampliamente nuestros resultados.

 

Entre ellos tenemos uno principal: tomar conciencia de lo que nos está pasando. El simple hecho de etiquetar nuestra perturbación nos ayudará a entender que está sucediendo con nosotros mismos. Nos impulsará a reducir tanto la incertidumbre como la ansiedad de andar perdidos. También es aconsejable hacer saber a las personas más cercanas lo que nos pasa y cómo podemos llegar a sentirnos. Percibir que contamos con apoyo es un amortiguador de estrés muy beneficioso para nuestros problemas del día a día. A todo esto, le podemos sumar unos patrones de sueño y de alimentación saludables. También está demostrado que produce resultados muy positivos dedicar nuestro tiempo libre a actividades placenteras o a hacer deporte suave con regularidad. Y si lo deseamos podemos incluso practicar tecnicas de autocontrol o relajación. Las cuales son muy fáciles de aprender y practicar y suponen un mínimo de nuestro tiempo libre.

 

Todo esto fomentará en nosotros un mayor autocontrol y mejor regulación emocional. Lo que se verá reflejado en nuestro estado de ánimo y estilo de vida. Pudiendo sobrellevar la ciclotimia de un modo menos perturbador. Consiguiendo de esta manera, que afecte lo más mínimo a nuestro día a día.

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