Revisión bibliográfica Espacio Logopedico . | 15/06/2025

En el transcurso de la vida, el funcionamiento normal del cerebro puede verse afectado por diferentes patologías neurológicas como por ejemplo, los accidentes cerebro vasculares (ACV), los traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, infecciones en el sistema nervioso, enfermedades degenerativas y las enfermedades nutricionales y metabólicas, que, dependiendo de la etiología y la localización así como de la extensión de la lesión, pueden llegar a provocar variadas manifestaciones clínicas con una expresión motora, cognitiva, afectiva, conductual y/o comportamental.

Para una atención correcta que beneficie al paciente, es necesario trabajar en un equipo multi o interdisciplinar, además de la participación activa del paciente y de la familia. Cada especialista aportará al equipo información valiosa que permita establecer diferentes estrategias para beneficio del paciente.

En los últimos años se ha incrementado el interés de los logopedas por las cuestiones neurológicas, sin embargo, es indispensable que tanto los neurólogos como los logopedas tengan conocimiento de los métodos de evaluación y procedimientos terapéuticos pues este intercambio mutuo de información facilitará la actuación de uno y otro profesional en beneficio de los pacientes.

El logopeda debe conocer las áreas del cerebro que intervienen en el lenguaje y la relación que se establece entre ellas y el papel de cada una en el desarrollo de este proceso. La intervención logopédica resulta importante entre otras cosas porque frecuentemente los problemas de comunicación que presentan los pacientes dificultan la rehabilitación de otras especialidades, por lo que ofrecer estrategias que les permitan comunicarse eficazmente es de gran ayuda para los demás especialistas.

Los logopedas están vinculados con los neuropsicólogos mediante los abordajes relacionados con demencias, esclerosis múltiple, epilepsia y enfermedades metabólicas entre otras.

En neuropsicología se estimulan procesos como la atención, memoria, percepción y funciones ejecutivas que influyen de manera indirecta en el lenguaje. Por ejemplo, desde la neuropsicología, se favorece la retención durante más tiempo de un segmento auditivo en la memoria operativa, se mejora la desinhibición de estímulos auditivos distractores, se aportan estrategias de acceso al léxico en personas afásicas o con enfermedades neurodegenerativas pudiendo mejorar la comprensión y expresión del lenguaje haciendo más eficaz la terapia.

Las personas que han sufrido algún daño cerebral en algún momento de la rehabilitación van a ser atendidos por un neuropsicólogo quien estimará la capacidad intelectual e identificará cambios emocionales y conductuales asociados al daño sufrido. A través de la rehabilitación cognitiva el neuropsicólogo se centra en recuperar un nivel óptimo de funcionamiento intelectual mediante técnicas de intervención basadas en ejercicios específicos de memoria, atención, orientación y concentración.

Recordemos que el neuropsicólogo tiene una formación específica en el funcionamiento cognitivo que le permite valorar si las alteraciones del lenguaje que presenta un paciente derivadas por un daño cerebral son primarias o secundarias a la alteración de otra función; información vital para decidir cómo programar la rehabilitación del paciente, pero es importante recalcar que el logopeda posee una serie de conocimientos que el neuropsicólogo desconoce y que son fundamentales para la valoración. Los conocimientos de ambos especialistas son necesarios para el proceso de rehabilitación del paciente.

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