El autismo, tal como fue definido por Leo Kanner en 1943, es un trastorno relativamente infrecuente – tiene una prevalencia aproximada de 4.5/10 000 – enmarcado dentro de los Trastornos Profundos del Desarrollo (TPD). Las alteraciones de lo que se ha llamado el espectro autista son mucho más frecuentes y se encuentran en dos o tres de cada mil personas.
Parálisis Cerebral es la secuela de una agresión encefálica, que se caracteriza primordialmente por un trastorno persistente, pero no invariable, del tono, de la postura y del movimiento, que aparece en la primera infancia y que no solo es directamente secundario a ésta lesión no evolutiva del encéfalo, sino debido también a la influencia que dicha lesión ejerce en la maduración neurológica (Barraquer, B., Corominas, V., Noguer, R., Ponces, V. y Torras, B.; 1966).
El torus es considerado una anomalía de crecimiento lento a lo largo de la vida, puede ser el resultado de una leve isquemia periosteal crónica secundaria a una suave presión del septum nasal (torus palatinus)