Mar Acebes Andreu | 1/05/2023

Jimena ya tiene catorce años. El síndrome que le acompaña desde su nacimiento, Wolf-Hirschhorn, ha limitado el desarrollo y madurez de su estructura fonatoria, reduciendo sus emisiones orales a sonidos guturales ininteligibles.

Pero ella tiene mucho que contar, y eso ya nos lo demostró el primer día que apareció por la puerta de nuestro centro clínico para realizar la primera entrevista junto con sus padres, e iniciar la valoración previa al diseño de un programa de trabajo logopédico individualizado y específico para ella, bueno, para nosotras, porque la comunicación se trata de eso, de compartir espacios, momentos, crear vínculo, ser cómplices.

El objetivo principal estaba claro, que Jimena lograra comunicar, adentrarnos en el camino de los sistemas alternativos y aumentativos de comunicación (SAAC), y poder sacar afuera todo ese mundo atrapado entre gritos y conductas disruptivas. Fomentar que participara activamente en su día a día: pedir su comida favorita, elegir una película de dibujos los viernes, indicar que le duele la cabeza, cuándo tiene frío o por qué está enfadada.

Seleccionamos el comunicador más adecuado a su perfil y comenzamos a nombrar todo lo que conocíamos, ordenando por carpetas cada categoría y adaptándolas con fotos reales: la familia, las partes de la casa, nuestros juegos favoritos, el colegio, las actividades semanales como piscina y terapia. Y seguimos con el trabajo de emociones, días de la semana, los colores, las prendas de vestir…todas las cosas que Jimena conocía estaban en su Tablet y ella adquirió progresivamente una destreza increíble para poder enseñárnoslo cada día.

Desde el inicio del tratamiento trabajamos de forma coordinada con la familia y con su centro escolar, para poder generalizar cada logro adquirido en sesión a otros contextos comunicativos.

Con la implicación de todos, logramos adaptar contenidos pedagógicos en la Tablet y personalizar sus tableros también para situaciones de ocio y diversión.

Aquí os dejamos algunas de las estrategias más importantes en el desarrollo del trabajo con el comunicador.

• Elección del dispositivo más adecuado, así como de los programas y aplicaciones que vamos a utilizar.
• Trabajo de aspectos perceptivos y motores fundamentales como la coordinación óculo-manual y la motricidad fina previo al manejo del comunicador.
• Uso básico de la Tablet, localización de las diferentes aplicaciones, galería de fotos, salir/entrar de los programas. Se recomienda facilitar la accesibilidad lo máximo posible, ajustando la sensibilidad de la pantalla, el tamaño de los elementos, el volumen del dispositivo, etc., adecuándolo a las características del usuario.
• Combinar el uso del comunicador con tareas manipulativas y de estimulación multisensorial.
• Trabajar también aspectos comunicativos fuera de la Tablet, con elementos de apoyo visual como los pictogramas, las fotografías.
• Iniciar el camino desde lo más próximo y motivante para el paciente (centros de interés, rutinas, lugares conocidos, vocabulario familiar). Se debe responder en todo momento a las necesidades comunicativas del usuario, actualizándolas y modificándolas cuando así se requiera.
• Enseñar a ser buenos interlocutores. Aportar directrices y pautas a las personas cercanas para que respeten los turnos, conozcan estrategias de respuesta, reconduzcan bloqueos, etc. Sin un buen interlocutor la comunicación se deteriora.
• Generalizar el uso del comunicador a otros contextos. Es fundamental para que la intervención tenga éxito, la coordinación con el ámbito familiar y escolar, así como con el resto de profesionales responsables del caso.

“Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice.”     

       -Peter Drucker

ARTÍCULOS RELACIONADOS

• Síndrome de Wolf-Hirschhorn. Intervención en el habla y el lenguaje: A propósito de un caso

OTROS TEMAS

Encuesta