Revisión bibliográfica Espacio Logopedico . | 1/06/2017

Martín no puede permanecer sentado; no puede terminar una simple tarea; no puede conservar un amigo y frecuentemente está metido en problemas. Su profesor suele decir “no puedo hacer nada por él” mientras que las personas que lo rodean afirman que “es un chico malcriado”. A menudo escuchamos que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es más común entre los niños, pero ¿Qué es el TDAH?

Se trata de un trastorno que se caracteriza por la falta de atención persistente, impulsividad, baja tolerancia a la frustración y una gran actividad en el momento equivocado o en el lugar inapropiado.

Estos rasgos interfieren con la vida escolar del infante y en su vida diaria. Se piensa que la causa del TDAH es una combinación de factores genéticos, neurológicos, bioquímicos y del ambiente (Henshaw, 1994; G. Weiss, 1990). Estudios en familias han revelado que la genética juega un papel muy importante en la transmisión del TDAH entre generaciones (Gillis, 1992). Se estima que el 76% de las causas de este trastorno se debe a factores genéticos. También existen indicios de que es un trastorno neurobiológico originado en la infancia.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad tiene tres síntomas principales:

1. Falta de atención

2. Hiperactividad

3. Impulsividad

Estos síntomas pueden presentarse de manera independiente, y la intensidad varía en cada persona.

¿Cómo saber si mi hijo tiene TDAH?

El DSM-5 indica que se deben cumplir los siguientes criterios para hacer un diagnóstico: - Manifiesta estas conductas o algunas de ellas de forma desproporcionada comparado con otros niños de su edad y respecto a su grado de desarrollo.

- Los síntomas están presentes desde una edad temprana (antes de los 12 años).

- Afecta en al menos dos ámbitos de la vida del niño: escolar, familiar o social.

- Deteriora significativamente su calidad de vida.

- No es causado por un problema médico, tóxico u otro problema psiquiátrico.

Los niños con TDAH pueden presentar dificultades académicas y/o en la relación con sus compañeros. Algunos síntomas pueden surgir o incrementarse en la adolescencia. Las niñas con TDAH suelen pasar desapercibidas con facilidad, pues presentan menos hiperactividad, por lo que el diagnóstico se retrasa.

El tratamiento deberá ser individualizado, regularmente consiste en un tratamiento farmacológico, cognitivo-conductual y psicoeduativo. Recordemos que el diagnóstico oportuno, la paciencia y la comprensión son importantes para el bienestar emocional del niño.

Referencias

Craig, G. Desarrollo Psicológico. Prentice Hall. México. Papalia, D.; Wendkos, S. Psicología del desarrollo. Mc Graw Hill. www.tdahytu.es

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