Karla Salgado de la Teja | 15/07/2018

Beneficios de la lectura

Leer es una práctica que contribuye al desarrollo de las áreas cognitivas y al desarrollo de la inteligencia emocional.

La lectura es una habilidad que se adquiere a temprana edad y no se pierde con el tiempo. Comúnmente se aprende a leer entre los 4 y 5 años, cuando ya se tiene un buen uso del lenguaje.

A través de la lectura adquirimos conocimientos, pero al mismo tiempo tiene varios objetivos:

• alienta nuestra imaginación
• nos permite reflexionar sobre diferentes conceptos
• mejora nuestra ortografía
• se amplía nuestro vocabulario
• se desarrolla la atención y concentración
• es una forma de aprendizaje
• mejora la memoria y el pensamiento
• desarrolla la capacidad de abstracción
• previene el deterioro cognitivo
• se desarrolla la imaginación
• relaja tensiones

Es importante enseñarles a los niños a leer de una forma lúdica, para que no lo sientan como castigo y no se entorpezca el aprendizaje de la lectura. Las imágenes en los libros son un gran apoyo. Será hasta que se adquiera una lectura más avanzada cuando se comience el aprendizaje de los signos de puntuación.

Los niños necesitan un libro al nivel de sus capacidades para que puedan comprenderlo y así desarrollar el gusto por la lectura. Se trata de un hábito placentero que debe desarrollarse desde la infancia, pues difícilmente un adulto adquiere este hábito.

¿Qué pasa cuando hay dificultades para aprender a leer?

Para leer debe existir una relación entre el grafema y el fonema, sin embargo, hay personas a las que se les dificulta reconocer o procesar cierto tipo de información, por ejemplo, hacer coincidir un sonido con su símbolo o combinarlos para formar una palabra, o bien, se les complica entender lo que están leyendo, es decir, tienen dificultad para leer con precisión y fluidez y es probable que también exista dificultad en la comprensión lectora, la ortografía y la escritura. A esta condición se le denomina dislexia y se cree que es la dificultad de aprendizaje más común. Se presenta en niños con un nivel normal de inteligencia y visión.

Los síntomas de la dislexia pueden variar de un niño a otro, pues no todos presentan el mismo grado. La característica principal es tener problemas para decodificar palabras, pero a algunos niños les puede afectar también la escritura, el lenguaje y las matemáticas.

La dislexia es una condición para toda la vida, pero existen métodos específicos de enseñanza para ayudar a las personas con dislexia. Debe de acudirse con un especialista para que evalúe al niño, y una vez que se confirme el diagnóstico de dislexia, el logopeda podrá explicar a la familia en que consiste esta y de qué manera se puede apoyar al niño en casa, en el colegio y en el gabinete. Normalmente la dislexia tiene un pronóstico favorable.

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