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La musicoterapia en Afasia de Broca (Parte VI)

La Terapia de Estimulación Musical del Habla (MUSTIM) ha sido utilizada en la afasia de Broca con resultados satisfactorios. Esta terapia utiliza materiales musicales tales como canciones, rimas, cantos y frases musicales para estimular el lenguaje prosódico y facilitar la producción automática del lenguaje (Jurado-Noboa, 2018).

En relación con la TERAPIA DE ENTONACIÓN MELÓDICA (MIT), el estudio elaborado por Schlaug, Marchina y Norton (2009) investigó si esta terapia conduciría a modificaciones en los tractos de la materia blanca, concretamente en el fascículo arqueado(AF). Se utilizó una muestra de 6 pacientes con afasia no fluida para administrarles MIT de manera intensa (75-80 sesiones). Para la valoración, se utilizaron imágenes de tensor de difusión (DTI). Los resultados mostraron un incremento notable tanto en la cantidad de fibras como en el volumen de FA. Por tanto, esto sugiere que la MIT intensa a largo plazo lleva a la remodelación de la FA derecha.

 

Igualmente, la investigación realizada por Van Der Meulen et al. (2016) presentó los resultados de un ECA piloto sobre MIT en pacientes con afasia crónica y los compararon con los resultados de un ECA sobre MIT en afasia subaguda (obtenidos en una publicación anterior). La muestra fue de 17 pacientes con afasia no fluida, 10 fueron elegidos a la condición experimental y 7 al resto. Los resultados sugirieron que el efecto del MIT en la afasia crónica es más restringido que su efecto en etapas más tempranas después del ACV.

 

Asimismo, en el estudio de Van Der Muelen et al. (2014) se examinó si el tratamiento de producción del lenguaje con MIT es efectivo en la afasia subaguda severa no fluida. Además, también se examinó el impacto de retrasar el MIT en el resultado de la terapia.  

 

Se  realizó  un  ECA  multicéntrico  y  se  incluyeron 27  participantes  asignados aleatoriamente, 16  pertenecieron  al  grupo  experimental (MIT)  y  11  al  grupo  control (intervención de control seguida de MIT retrasado). En ambos grupos, la terapia comenzó a los 2 o 3 meses después del ACV y se administró intensamente (5 h / semana) durante 6 semanas. Los resultados señalaron que el tratamiento de producción del lenguaje con MIT es efectivo y que un tratamiento anterior puede conducir a una mayor mejoría. 

 

Por otro lado, los especialistas Vines, Norton y Schlaug (2011) investigaron el potencial de una técnica de estimulación cerebral no invasiva, la estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS), para aumentar los beneficios del MIT al modular la actividad neuronal en el cerebro durante el tratamiento con MIT. Así, se compararon los efectos de dos condiciones de tDCS (la anódica - tDCS que aumenta la excitabilidad y la catódica- tDCS que la disminuye) cuando se aplicaron sobre el giro frontal inferior (IFG) posterior derecho durante las sesiones de MIT. Contaron con 6 pacientes con afasia no fluida los cuales se sometieron a 3 días consecutivos de anódica-tDCS y una serie equivalente a catódica- tDCS+ MIT. Los resultados mostraron que aplicar anódica-tDCS a la derecha del IFG posterior durante MIT, se produce una mejora significativamente mayor en la fluidez verbal. 

 

Siguiendo en esta línea, el estudio de Al-Janabi et al. (2014) investigaba si el hemisferio derecho se podía involucrar utilizando la MIT y la estimulación magnética trascraneal repetitiva excitatoria (rTMS) para conseguir una mejoría en la función lingüística en personas con afasia no fluida. Utilizaron como muestra 2 participantes con afasia crónica y el protocolo de tratamiento incluyó: una fase de rTMS que consistió en 3 sesiones utilizando un método de estimulación excitatoria, y una fase de simulación de rTMS que consistió en 3 sesiones utilizando una bobina simulada. Las sesiones fueron de 40 minutos de MIT y se administró una batería lingüística después de cada sesión. Los datos de fMRI indicaron que ambos participantes mostraron cambios en la actividad neuronal en las redes lingüísticas del hemisferio derecho e izquierdo después del tratamiento. Por tanto, la combinación de MIT y rTMS aplicada al homólogo correcto de Broca tiene el potencial de mejorar el habla y el lenguaje para algunos afásicos no fluidos.

 

En cuanto al estudio de Schlaug, Marchina y Norton (2008) el objetivo fue describir y discutir los elementos únicos y compartidos de MIT y contrastar los efectos del tratamiento conductual y neural del MIT con una intervención de control (SRT) en 2 pacientes diagnosticados con afasia grave no fluida como resultado de un ACV. Se evaluaron dos veces antes de la terapia y recibieron 75 sesiones de MIT. Además, fueron asignados aleatoriamente al tipo de tratamiento (MIT o SRT) y trabajaron uno a uno con el mismo terapeuta durante 1.5 horas / día, cinco días / semana. Los resultados hicieron ver una mejoría notable en el discurso proposicional, sin embargo, los beneficios del paciente tratado con MIT superaron al paciente tratado con SRT.

 

Por otra parte, en la investigación de Haro-Martínez et al. (2017) se buscó desarrollar una versión española de MIT y evaluar su viabilidad en pacientes con afasia no fluida después de un ACV isquémico. Para ello, se utilizó una muestra con 10 españoles y el estudio se realizó en dos fases: la primera implicó la creación de una adaptación española del MIT y la segunda consistió en un estudio piloto de intervención para analizar su viabilidad. Los resultados obtenidos muestran que la versión en español de MIT es factible para usarla y muestra una tendencia hacia la mejora del habla.

 

Asimismo, el estudio realizado por Bonakdarpour, Eftekharzadeh y Ashayeri (2003) se centró en investigar los efectos de MIT, pero en este caso adaptado al idioma persa, principalmente en el discurso expositivo y habilidades de expresión oral y también en las destrezas de comprensión auditiva. Se utilizó una muestra de 7 pacientes con afasia crónica no fluida. Las mejoras en las variables seleccionadas mostraron que el MIT puede adaptarse al idioma persa y administrarse con resultados positivos principalmente en la fluidez del habla medibles después de 15 sesiones de tratamiento.

 

Sin embargo, el estudio realizado por Baker (2000) buscó modificar el programa de MIT para abordar los problemas de comunicación verbal de aquellas personas afásicas severas sin fluidez que no se habían beneficiado de la estructura tradicional del MIT. Se utilizaron como muestra 2 personas (30 y 32 años) con afasia severa no fluida. El programa MMIT al igual que MIT, se basa en la repetición de frases establecidas en estructuras musicales. Sin embargo, la estructura de la frase que se asemeja a la prosodia del habla (como en MIT) se sacrifica por una estructura musical que se codifica fácilmente en la memoria y luego se recupera. Tras los resultados, se determina que el éxito del programa depende de la capacidad del paciente para interiorizar las frases melódicas. No obstante, la modificación resultó útil para ayudarles a establecer una forma básica de comunicación verbal al igual que para mejorar su autoestima.

 

Similar al estudio anterior, está el trabajo realizado por Conklyn et al. (2012), en el cual se buscó determinar los efectos inmediatos de la Terapia de Entonación Melódica Modificada (MMIT) como una intervención temprana en pacientes con afasia de Broca. 

 

Utilizaron 30 sujetos, los cuales fueron asignados aleatoriamente para recibir el tratamiento MIT o ningún tratamiento. Asimismo, se pasó una prueba previa/posterior de la Batería de 

 

Afasia Occidental. Los resultados proporcionaron datos preliminares que respaldan los posibles beneficios de utilizar el tratamiento MMIT temprano en la recuperación de los afásicos de Broca.

 

En  cuanto  a  la  TERAPIA  DE  ESTIMULACIÓN  MUSICAL  DEL  HABLA (MUSTIM), Tomaino (2012) publicó un artículo donde presentaba las técnicas utilizadas en la musicoterapia clínica y resumía los hallazgos que muestran la fuerza de dichas técnicas, haciendo hincapié en el ritmo, el tono, la memoria, y los componentes vocales u orales que tratan diferentes síntomas. En el estudio 1 se evaluó a 7 pacientes con afasia no fluida particularmente la efectividad de la técnica musical basada en la articulación, fluidez, prosodia y apoyo respiratorio. Las sesiones fueron de 30 minutos, tres veces a la semana,durante cuatro semanas. En el estudio 2 se investigó sobre el impacto del uso de canciones familiares y discurso rítmico motor-arrastre para pacientes con afasia no fluida que han sido dados de alta de logopedia. Utilizaron 40 sujetos que participaron en tres sesiones de 30 minutos por semana, durante 12 semanas. Los resultados de ambos estudios demostraron que los componentes temporales y rítmicos son particularmente importantes para lograr mejorar la recuperación de palabras, prosodia y articulación, debido a la proximidad cercana de los ritmos normales del habla. No obstante, señalaron que la eficacia de cada componente aumenta o disminuye según la elección de la música y la forma en que el paciente se entrega interactivamente.

 

En relación a la TERAPIA MELÓDICA- RÍTMICA (MRT), se encuentra el estudio llevado a cabo por Boucher et al. (2001), donde se examinan los efectos de los elementos tonales y rítmicos de una intervención asentada en la melodía. Se tomaron como muestra a dos mujeres (39 y 66 años) con afasia no fluida como resultado de un ACV, las cuales presentaban lesiones que no involucraban el hemisferio derecho y tenían limitaciones de leves a severas en los ejercicios de repetición. Se usó un diseño de tratamiento alternativo en el que los estímulos pregrabados que enfatizaban los atributos tonales o rítmicos de las expresiones objetivo sirvieron para guiar la producción de modelos de un terapeuta en condiciones de tratamiento. Los resultados mostraron que cuando se ejercita el ritmo, se obtiene mayor precisión articular que cuando se hace hincapié en los atributos tonales de los enunciados.

 

Asimismo, especialistas como Cortese et al. (2015) publicaron un estudio con la finalidad de adaptar MRT al idioma italiano y corroborar su eficiencia en un conjunto de 6 pacientes con afasia severa no fluida. Los sujetos fueron tratados con sesiones de 40 minutos,4 días a la semana, durante 4 meses y fueron evaluados medio año tras el tratamiento. Los sujetos evidenciaron una mejoría notable en la prueba de Aachener Aphasie Test (AAT) en diferentes campos del habla espontánea. Por tanto, los resultados mostraron que la MRT documenta la mejora individual del paciente en su entorno de interacción.

 

En lo que respecta a la TERAPIA DE CANTO (TS) especialistas como Akanuma et al. (2016), buscaron mejorar la función del habla después del entrenamiento de canto. Para ello, utilizaron una muestra de 10 pacientes con afasia no fluida con dificultades para encontrar las palabras. El entrenamiento duró 1 mes y medio, con sesiones de 30 minutos por semana y los pacientes fueron evaluados (antes y después del tratamiento) mediante pruebas de lenguaje. Primeramente, se eligieron melodías conocidas y, con las mismas, se realizaron nuevas  composiciones  utilizando  palabras  que  no  eran  capaces  de  nombrar.  Tras  el tratamiento, se comprobó que 5 pacientes tuvieron una gran mejoría en la todo lo vinculado con la capacidad de hablar.

 

Asimismo, el estudio realizado por Stahl et al. (2011) reflejó la importancia de la melodía y el ritmo en la producción del lenguaje oral mediante la TS. Utilizaron como muestra 17 personas con afasia de Broca y el tratamiento se llevó a cabo en 3 modalidades diferentes: entonación melódica, habla rítmica y un control arrítmico hablado. Los resultados mostraron que los beneficios típicamente atribuidos a la entonación melódica en el pasado podrían tener sus raíces en el ritmo. Además, señalaron que la producción lírica en estos pacientes podía estar fuertemente mediada por la memoria a largo plazo y la automaticidad motora.

 

Otro estudio relacionado con esta terapia es el de Fogg et al. (2015) aunque este difiere de los anteriores en que estese centra en el canto-coral. Así, el objetivo de esta investigación fue explorar las experiencias y los factores que influyen en la participación en la terapia de canto en coro (CST) por personas con ACV o enfermedad de Párkinson y sus seres queridos. Se escogieron 8 sujetos con afasia no fluida y 6 con EP. Los resultados evidenciaron que CST se percibió como un ejercicio social placentero, en el que hubo una mejora tanto del estado anímico, como de todo lo relacionado con la lengua, la respiración y la voz.

 

Otros autores como son Jungblut (2009) y Jungblut y Aldridge (2004), publicaron estudios donde se aplicaba EL MÉTODO SIPARI ® el cual es un entrenamiento con apoyo musical implementado para ayudar a la rehabilitación lingüística en los sujetos con afasia no fluida. En ambos estudios los sujetos fueron evaluados a través de Aaechener Aphasie Test (AAT). El objetivo del primer estudio fue ofrecer a los lectores un enfoque globalizado de las intervenciones que se han llevado a cabo con éxito en el trabajo durante más de 10 años. Los resultados indicaron que las mejoras en el rendimiento del habla van de la mano con una mejor calidad de vida, tanto para los pacientes como para sus respectivas familias. Sin embargo, el objetivo del segundo estudio fue comprobar la eficiencia de este método en el tratamiento de afasia no fluida. Así, participaron durante 7 meses tanto en terapias grupales como individuales, un total de 9 sujetos y 8 pacientes control (49 -76 años). Los resultados mostraron mejorías notables en el 75% de los sujetos, concretamente  en el lenguaje expresivo. Por tanto, ambos estudios indican que este método es eficaz para estos pacientes ya que les permite mejorar su expresión oral y su calidad de vida.

 

Por otro lado, se han encontrado estudios que combinan la MUSICOTERAPIA junto con la TERAPIA DEL HABLA O LENGUAJE (SLT). Así, especialistas como Lim et al. (2013) llevaron a cabo un estudio aplicando la Musicoterapia Neurológica (NMT) y Terapia del Habla y el Lenguaje (STL) cuyo objetivo fue investigar el efecto terapéutico de la NMT y la SLT a través de la mejora del cociente de afasia (AQ). Participaron 21 pacientes con afasia no fluida por ACV y estos se dividieron en los grupos NMT y SLT recibiendo dichas terapias durante 1 mes. NMT consistió en canto terapéutico y terapia de entonación melódica y SLT consistió en terapia enfocada al lenguaje. La función del lenguaje se evaluó antes y después de la terapia mediante la versión coreana-Western Aphasia Battery. Los resultados mostraron que ambas terapias son tratamientos efectivos en la etapa crónica del ACV. Sin embargo, para rehabilitar a pacientes con afasia subaguda post ACV señalaron que resulta más eficaz aplicar solamente NMT.

 

Siguiendo en esta línea, Hurkmans et al. (2015) publicaron un estudio acerca de la TERAPIA MUSICAL PARA AFASIA (SMTA) la cual indican que integra la Terapia del Habla y el Lenguaje (SLT) y la musicoterapia (MT). Se investigó la efectividad de SMTA en la comunicación verbal en la vida diaria de 5 personas con afasia y apraxia del habla (tres afásicos de Broca, uno de Global y otro de Wernicke). Los sujetos recibieron junto al logopeda y musicoterapeuta, un total de 24 sesiones, a razón de 2 sesiones semanales de media hora cada una. El pre-post tratamiento se llevó a cabo repentinamente y 1 trimestre después del tratamiento para analizar la inteligibilidad y comprensión de los pacientes. 

 

Los resultados indicaron que SMTA resultó ser un programa eficaz para por lo menos 3 de los 5 sujetos tratados. Por lo tanto, señalan que podría ser eficaz para tratar la precisión, la consistencia y la fluidez de la articulación consiguiendo así una comunicación más favorable en la vida diaria de estos pacientes. Además, la mejora se mantuvo estable después de finalizar el tratamiento (seguimiento).

 

Asimismo, otros autores como Raglio et al. (2016) publicaron un estudio que investigó la efectividad de la Musicoterapia Activa (MT) basada en la improvisación libre en la Terapia del Habla y el Lenguaje (SLT), en contraste con la SLT sola. Se realizaron evaluaciones psicológicas y del lenguaje del habla antes y después de los tratamientos. La muestra que se utilizó fue de 20 sujetos con afasia crónica no fluida. El grupo experimental (n=10), elegidos aleatoriamente, realizaron 30 sesiones individualizadas de MT y SLT a lo largo de quince semanas, mientras que el grupo control (n=10), elegidos aleatoriamente, recibieron únicamente 30 sesiones de SLT durante el mismo tiempo. El estudio evidencia una mejoría en el habla espontánea en el grupo experimental, por lo que se resalta que la utilización mezclada de MT y SLT en pacientes con afasia puede conducir a un resultado mejor que aplicando sólo SLT.

 

Por último, en otro estudio cuyos autores fueron Zumbansen, Peretz y Hébert (2014) se comparaban tres de las terapias mencionadas anteriormente (MIT, MRT y SLT). El objetivo fue evaluar la contribución relativa del ritmo y el tono en el efecto de generalización del MIT a estímulos no entrenados y al habla conectada, en 3 personas con afasia de Broca después del ACV. La evaluación se centró en el habla espontánea, la precisión del habla de oraciones entrenadas y no entrenadas, la agilidad motora del habla y el estado de ánimo, antes y después de los tratamientos. Las sesiones fueron de una hora, 3 días a la semana durante 6 semanas. Los resultados mostraron que los tres tratamientos mejoraron la precisión del habla en oraciones entrenadas, pero que la combinación de ritmo y tono provocó el efecto de generalización más fuerte.

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