Al utilizar la IA para resolver todas las tareas escolares o tomar decisiones cotidianas se fomenta la dependencia tecnológica, reduciendo la capacidad de los niños y adolescentes para iniciar, monitorear y evaluar sus propias acciones.
Cada vez es más común el uso de herramientas de inteligencia artificial (IA), sobre todo entre niños y adolescentes; esta práctica puede tener un impacto negativo en el desarrollo de las funciones ejecutivas.
Recordemos que las funciones ejecutivas son habilidades cognitivas superiores que nos permiten planificar, organizar, tomar decisiones, regular emociones y llevar a cabo acciones de manera eficiente, tales como la atención, la memoria, inhibición, planificación y resolución de problemas entre otras, que, además, resultan esenciales para el funcionamiento diario. Su desarrollo comienza en la infancia y continúa a lo largo de toda la adolescencia.
La inteligencia artificial ofrece respuestas inmediatas y soluciones automáticas; y al depender de estas herramientas disminuye la capacidad de analizar, comparar y decidir por sí mismos, afectando funciones como la planificación, el razonamiento y la toma de decisiones. Es fácil ver por qué algunos niños y adolescentes utilizan la IA como ayuda para las tareas escolares, ya que en instantes pueden encontrar datos y buscar entre millones de gráficos e imágenes sobre un tema, además de que la IA puede corregir errores de escritura.
¿Cómo afecta la inteligencia artificial el desarrollo de las funciones ejecutivas?
1. Atención: el uso frecuente de las herramientas de IA puede mermar la capacidad para concentrarse en tareas específicas. El buscar respuestas rápidas y soluciones inmediatas puede afectar la atención sostenida, pues eso hace que no se enfoquen en el proceso de aprendizaje.
2. Memoria de trabajo: el uso excesivo de herramientas de inteligencia artificial puede disminuir la necesidad de utilizar y desarrollar la memoria de trabajo, ya que dichas herramientas pueden proporcionar respuestas y soluciones sin esforzarse en recordar y procesar información. La memoria de trabajo es clave para la comprensión lectora, la resolución de problemas y el razonamiento lógico.
3. Inhibición: con el uso de herramientas de IA los niños y adolescentes pueden acostumbrarse a recibir gratificación inmediata y soluciones rápidas a problemas, lo que puede disminuir su capacidad para resistir distracciones y controlar impulsos.
4. Flexibilidad cognitiva: se refiere a la habilidad de adaptarse a nuevas situaciones. Los niños y adolescentes pueden delegar su capacidad para resolver problemas y tomar decisiones a la IA en lugar de aprender a adaptarse y cambiar de enfoque cuando se le plantean nuevos desafíos.
5. Planificación: los niños y adolescentes pueden depender de la IA para establecer metas y planificar acciones poniendo en riesgo su habilidad de planificación.
6. Menor desarrollo del lenguaje y la planificación verbal: la IA contribuye para reducir el esfuerzo de estructurar ideas propias o redactar con coherencia, afectando la organización del pensamiento y la planificación verbal.
Al utilizar la IA para resolver todas las tareas escolares o tomar decisiones cotidianas se fomenta la dependencia tecnológica, reduciendo la capacidad de los niños y adolescentes para iniciar, monitorear y evaluar sus propias acciones.
Sin embargo, un uso guiado y equilibrado de la IA, contrario a lo que se piensa, puede estimular las funciones ejecutivas; por ejemplo, puede ser una herramienta de apoyo para planificar proyectos o enseñar a evaluar críticamente la información generada, así como promover la autorregulación digital y el pensamiento reflexivo.
La IA se puede utilizar para adaptar lecciones y experiencias de aprendizaje a las necesidades individuales de niños y adolescentes, incluso puede ser útil para mejorar las habilidades lingüísticas y aprender nuevos idiomas.
Por último, la IA puede ser interactiva y divertida al ofrecer nuevas formas de explorar el mundo, todo depende del uso correcto y equilibrado de las herramientas de la IA. Como adultos nos corresponde supervisar el uso y hablar con nuestros hijos de los riesgos que conlleva el uso de la tecnología, pues existen otros peligros como ser víctima de fraude, acoso, erosión de la privacidad o el contenido puede difundir odio, prejuicios o estereotipos.