La organización mundial de la salud se refiere a la pérdida auditiva como la deficiencia de la capacidad de oír, bien sea total o parcial. En todo el mundo “cerca de 50 por ciento de los jóvenes entre 12 y 35 años, es decir, 1.100 millones de personas, corren el riesgo de sufrir pérdida auditiva como consecuencia de los altos niveles de sonido a los que se ven expuestos y por si fuera poco se prevé que en 2050 alrededor de 900 millones, es decir uno de cada diez habitantes en el planeta, podrá afectarse” (OMS, 2015).
Como el uso del lenguaje (lengua) es inherentemente ‘interaccional’, los aspectos sociales y afectivos del proceso comunicativo son factores de alta relevancia en la enseñanza y aprendizaje de una segunda lengua; la teorías socioculturales aplicadas a la enseñanza de L2 y las diferencias individuales entre los aprendices como por ejemplo, diferencias de personalidad, la disposición a correr riesgo, y las opiniones o prejuicios hacia una L2.
Existe aún la errada creencia de que el vocabulario de una L2 es el aspecto más importante en los procesos de aprendizaje o adquisición; incluso en tiempos de las metodologías audio-linguales era sinónimo de ‘dominio’ o ‘mastery’ de una lengua. Sin el conocimiento o manejo de un amplio espectro de vocabulario no era posible manejar la gramática y las habilidades productivas y receptivas de la lengua (hablar, comprender, leer y escribir). En la actualidad, sin embargo, cabe preguntarnos cuánto vocabulario es necesario para el desarrollo de estas habilidades.
Las personas pueden adquirir una segunda lengua, o una tercera lengua bajo diversas circunstancias. Lo pueden hacer en los años de escuela elemental o secundaria, incluso en la enseñanza superior. A menudo el emigra a otro país implica siempre el aprendizaje o adquisición de otra lengua; en el campo diplomático o en situaciones de emigraciones constantes significa comunicarse en otra lengua. Cuando se vive en comunidades u hogares en que se habla más de una lengua puede implicar la adquisición de más de una lengua en forma simultánea.
¿Qué sucede con nuestras relaciones familiares durante el aislamiento? Es fácil que salgan a la luz rivalidades, celos, competencias y enojos durante esos días, pero también encontramos una gran oportunidad para reforzar los vínculos familiares desde la comunicación.
Para ser considerado Síndrome de Meniere se requiere que tenga tres síntomas: zumbido lateral o bilateral constante, a veces aumenta, otras disminuye pero nunca desaparece; Fluctuación en la audición o pérdida definitiva de audición en uno o los dos oídos; crisis de vértigos constantes. Cuidar tu dieta, hacer ejercicio y controlar tus emociones puede ayudar a controlar los síntomas.
Recientemente se ha incluido dentro de las NEE no solo a estudiantes que presentan alguna discapacidad, sino también a aquellos alumnos cuya diversidad radique en la presencia de aptitudes sobresalientes, es decir, quienes son capaces de destacar significativamente del grupo social y educativo al que pertenecen (Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, 1993).
Los problemas auditivos se incrementan en los adultos mayores como consecuencia del envejecimiento de la población ocasionando en el adulto mayor la disminución de la audición a partir de los 60 años de edad. En este trabajo se pudo evidenciar que la población de estudio, la edad se encuentra entre 65 años y mayores a 85 años.
Al realizar el análisis de correspondencia múltiple hacia el eje 2 (inercia de 11,45 %) muestra una estrecha relación entre las condiciones sociodemográficas como el género, el tipo y grado de pérdida auditiva, las patologías asociadas y algunos antecedentes clínicos. En el caso de pérdida auditiva las que más se relacionan son la mixta, sensorial y bilateral, en cuanto al grado de pérdida auditiva se relacionan la moderada tanto en oído izquierdo como derecho, la severa, profunda y cofosis. En cuanto a las patologías asociadas las más relacionadas son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, artritis, hipotiroidismo, cardiopatías isquémicas, las otológicas y las renales.
La carencia o desconocimiento de información sobre las características clínicas asociadas a pérdidas auditivas en el adulto mayor en Ecuador genera disminución de calidad en los programas de atención en salud, influyendo directamente en una mala disposición de los recursos y falta en el cubrimiento de las necesidades específicas de la población adulta mayor reduciendo la intervención auditiva efectiva y a su vez la calidad de vida del adulto mayor.