La rinolalia es la alteración en la articulación de algunos fonemas o la ausencia total de ellos asociada a un timbre nasal de voz. Existen tres tipos de rinolalia: abierta, cerrada y mixta.
Frente a la comprobación de la deficiencia auditiva en un niño/a, los padres reciben un inesperado impacto. Ellos se encuentran atrapados ante un nuevo acontecimiento. El compromiso que deben asumir para educar a su hijo, conforma un gran desafio.
La pérdida auditiva no siempre es advertida en los primeros meses de vida del bebe. La demora en el descubrimiento precoz de la deficiencia auditiva genera: inquietudes, incertidumbre, angustia, etc.
En la dislalia funcional el niño expresa la dificultad para articular correctamente mediante distintos tipos de errores. Algunas veces el niño intercala un sonido que no corresponde junto al sonido que se le dificulta pronunciar adecuadamente, lo cual se puede convertir en un vicio al hablar, por lo que es importante la intervención logopédica.
La Hiperrinofonía se refiere a un aumento de la resonancia nasal en la emisión vocal (hablada o cantada).
Muchos son los sinónimos de este término prefiriendo, nosotros utilizar el de hipernasalidad para este defecto y el de hiponasalidad para el defecto contrario, existiendo, dentro de éste la hipo-ánteronasalidad y la hipo-retronasalidad.
La estimulación temprana es un conjunto de técnicas enfocadas a desarrollar las capacidades físicas, cognitivas y psíquicas en los bebés. Estas acciones proporcionan a los infantes las experiencias necesarias para desarrollarse, lo cual es de gran relevancia en personas con alguna privación sensorial. Este abordaje abarca diferentes momentos de actuación, pero siempre deberá suscribirse en un marco interdisciplinario y cooperativo.
La afasia global es un trastorno de la comunicación donde el paciente tiene problemas para comprender y generar el lenguaje; sin embargo, puede haber otras funciones cognitivas que no estén afectadas mientras que en otros casos puede haber otros deterioros neurológicos como causa de un daño cerebral extenso. Se considera la forma más grave de la afasia.
La audiometría tonal no tiene en cuenta que las palabras son una combinación de frecuencia. Para determinar la sensibilidad del oído a la palabra, no basta con medir esa sensibilidad a tonos puros (frecuencias aisladas), sino a combinaciones de frecuencias, tal como se presentan en las palabras.
Se considera deficiencia auditiva a las disfunciones o alteraciones cuantitativas en una correcta percepción auditiva. La gravedad de la deficiencia auditiva se relaciona con la intensidad de la pérdida auditiva y el momento de aparición de la misma. Una persona con deficiencia auditiva puede ser capaz de escuchar algunos sonidos o no escuchar nada.
Se considera disfonía orgánica a toda aquella disfonía en la que se puede encontrar una lesión estable asentada en las cuerdas vocales o fuera de ellas que justifica la sintomatología. En función del momento de aparición de la lesión, las disfonías orgánicas pueden ser congénitas o adquiridas.
Los sentidos tienen una función biológica, en la medida que aportan a la persona información útil y necesaria para el desarrollo de la vida cotidiana. La privación auditiva potencia la vulnerabilidad de las personas exponiéndolos a accidentes y riesgos.