En efecto, hay muchas maneras de usar las manos para dibujar o pintar. Basta observar el comportamiento de los niños pequeños cuando garabatean sobre un papel para comprobar que no es necesario manejar bien los dedos para dibujar algo significativo con un lápiz o un marcador.
La discalculia es un trastorno del aprendizaje poco conocido, similar a la dislexia, pero en lugar del lenguaje se ve afectada la comprensión matemática. Puede detectarse en los primeros cursos escolares, y por medio de los resultados de una evaluaión neuropsicológica deberá planearse un programa de reeducación individual.
El proceso de la enseñanza debe comenzar en las edades en que el desarrollo psico-evolutivo del niño lo demanda de forma natural. Muchas investigaciones refieren que este proceso sucede entre los tres y los seis años de edad; es decir que será en la escuela infantil donde comience este aprendizaje.
Los paralíticos cerebrales como cualquier persona, tienen la misma necesidad de comunicarse, sin embargo, algunas personas requieren de herramientas de comunicación, acorde a su estado y su capacidad. Cuando tratamos con una persona con parálisis cerebral es indispensable tener paciencia y no adelantarnos a lo que nos está diciendo.
Para el quehacer cotidiano de los profesores y para la propia investigación educativa constituye un problema importante el hecho de afrontar que un considerable número de alumnos, sin déficit mental, ni sensorial, no alcanzan rendimientos inicialmente esperables en sus aprendizajes.
Muchos niños con Síndrome de Williams presentan dificultades en la alimentación; es frecuente encontrar problemas de crecimiento y un tono muscular disminuido. Son factores que pueden afectar el acto de comer tanto en los niños como en la familia. Para realizar una adecuada intervención es necesario el trabajo interdiscipinario así como conocer las características del niño.
En octubre de 2016 fue aprobado en Argentina el proyecto de "Ley de las Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA)"; sin embargo, dicha propuesta promovió la preocupación de los sectores vinculados a a educación y a la salud, en tanto sólo considera los factores orgánicos, desestimando las múltiples variables que operan en la apropiación del sistema lecto-escrito y del aprendizaje.
Frente a la comprobación de la deficiencia auditiva en un niño/a, los padres reciben un inesperado impacto. Ellos se encuentran atrapados ante un nuevo acontecimiento. El compromiso que deben asumir para educar a su hijo, conforma un gran desafio.
La pérdida auditiva no siempre es advertida en los primeros meses de vida del bebe. La demora en el descubrimiento precoz de la deficiencia auditiva genera: inquietudes, incertidumbre, angustia, etc.
¿Qué significa ser sordociego? ¿Cúales son las causas? ¿cuáles son los sistemas de comunicación que suelen utilizar?
La pérdida o ausencia de información auditiva y visual enfrenta al niño/a sordaciegos a problemas de comunicación, de movilidad y los limita en sus oportunidades de interacción intelectual, emocional y social. No obstante, si se tienen presente algunas pautas se pueden vencer o afrontar los retos surgidos.
La autorregulación es un elemento de la comunicación efectiva y consiste en tener consciencia de nuestro interlocutor para la selección de palabras, gestos, tono y modos apropiados. Pero en muchas ocasiones uno no se autorregula con los niños, pues suponemos que todas las intervenciones del habla con ellos están justificadas, sin embargo, así como es una agresión no hablarle al niño, resulta igual de agresivo hablarle sin medida alguna.