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Intervención logopédica en un caso de afasia (Parte V)

El proceso de evaluación cuenta con dos puntos fundamentales. El primero de ellos corresponde a la historia clínica, imprescindible para conocer cuál es la situación actual del sujeto y de su enfermedad. El segundo de ellos es la realización de pruebas que ayudan a detectar las necesidades relativas a la comunicación y el lenguaje.

A continuación, se propone un tipo de rehabilitación logopédica, siguiendo las corrientes y recomendaciones de los estudios actuales. Nos basaremos en un paciente con afasia de broca, expresiva o motora.

Este caso ha sido verdaderamente relevante para mí, puesto que en él he podido comprender que no existe una afasia realmente pura. En este paciente que voy a describir a continuación, se puede apreciar cómo la afasia, que a priori está diagnosticada como afasia de Broca, puede conllevar también una falta de comprensión en las órdenes más complejas o en las reuniones con demasiados familiares, por ejemplo.

Antesde comenzar a presentar a este paciente, me gustaría destacar que laterapia logopédica no siempre puede llegar hasta donde a nosotros como terapeutas nos gustaría. Hemos de ser conscientes de que cada paciente es diferente, y presenta sus propios síntomas. No siempre podemosutilizar la mismaintervención en dos pacientes con el mismo diagnóstico. Existen límites personales, donde a veces nos podemos encontrar con que el paciente se niega a utilizar un SAAC, o simplemente gestos para realizar peticiones. También podemos encontrarnos con límites familiares, donde éstos pueden no dejarnos avanzar en el tratamiento como a nosotros nos gustaría. A veces las familias se niegan a dar determinados relajantes, o espesantes para el correcto funcionamiento de la deglución, y no favorecen nuestro tratamiento.

Finalmente nos podemos encontrar con límites ambientales, donde por causas como el lugar en el que viven, o el nivel sociocultural que tenga el paciente no podamos avanzar lo que nos gustaría.


2.- PLAN DE INTERVENCIÓN

2.1.-Objetivos:

El tratamiento logopédico se ocupa de detectar, evaluar, diagnosticar y rehabilitar las diferentes áreas de la comunicación humana y sus alteraciones en todas las etapas de la vida, por lo tanto, se plantean los siguientes objetivos:

2.1.1.- Objetivos generales:

  • Aumentar la participación del paciente en la sociedad.
  • Aminorar la frustración respecto a la comunicación
  • Mejorar la calidad de vida del paciente.

2.1.2.- Objetivos específicos:

  • Restringir el uso de modalidades de comunicación alternativas (gestos o gritos)
  • Disminuir la anomia
  • Ampliar el léxico
  • Ampliar longitud gramatical de oraciones
  • Conseguir participación activa en conversaciones

2.2.-Mediciones de datos

Para realizar una adecuada intervención en este tipo de sujetos, es necesario que el logopeda detecte cuáles son sus necesidades a través de un exhaustivo proceso de evaluación. Para las autoras González Lázaro y González Ortuño (2012, 77-79, 87-94) éste se compone de las siguientes fases:

En primer lugar debe realizarse una historia clínica detallada. En muchas ocasiones, como consecuencia de las alteraciones del lenguaje de la persona, es necesario que responda a la entrevista un familiar cercano que pueda conocer los datos necesarios. Éstos pueden incluirse en los siguientes apartados:

  • Datos de identificación: contiene datos generales del sujeto y debe de incluir además el nombre del familiar.
  • Antecedentes personales: debe de recoger datos que reflejen la incidencia de algunas patologías en la familia para poder valorar la predisposición genética del mismo. Además, se incluyen datos patológicos y no patológicos del sujeto.
  • Enfermedad actual: recoge los datos relacionados con el inicio de la afasia, su causa y evolución. Este apartado debe completarse con otros datos como: diagnóstico neurológico, pruebas complementarias y otros trastornos asociados que implican la valoración de un equipo multidisciplinar de profesionales.
  • Observaciones: incluye datos importantes para el diagnóstico y/o tratamiento que no se han incluido anteriormente.

Una vez realiza la recogida de datos, se continúa con la evaluación a través de pruebas que permitan valorar las necesidades específicas del sujeto. Se presentan a continuación una selección de las pruebas que están traducidas al castellano, agrupadas en tres categorías:

2.2.1.- Baterías estandarizadas

Este tipo de pruebas son herramientas objetivas que ayudan a ver el estado actual de la persona. Además, permite comprobar en valoraciones sucesivas su progreso.

  • Test de Boston: fue traducido por J. García-Albea y M.L. Sánchez Bernardos a partir de la prueba desarrollada por Harold Goodglass y Edith Kaplan en 1972. Se encarga de explorar todas las áreas del lenguaje desde un aspecto cualitativo y cuantitativo. Las partes de las que el test se compone son: conversación y descripción de una lámina, comprensión auditiva, expresión oral, repetición, denominación, lectura de palabras y oraciones y lenguaje escrito. Además, incluye un apartado de pruebas no lingüísticas.
  • Batería de afasias Western (WAB): fue diseñada originalmente por el doctor A. Kertestz en 1974 y traducida al castellano por A. Pascual Leone en 1990. Permite diagnosticar con rapidez y precisión a los sujetos con afasia. Cuenta con cuatro subpruebas: lenguaje espontáneo, comprensión, repetición y denominación.
  • Test de Barcelona: es elaborado por J. Peña-Casanova y colaboradores en 1990 y se considera el primer test diseñado en lengua española. Posteriormente es revisado en el año 2005. se compone de las siguientes subpruebas: orientación, concentración y atención, lenguaje oral y escrito, praxias, gnosias, memoria, abstracción, cálculo y solución de problemas. Además, la evaluación del lenguaje se lleva a cabo mediante las siguientes habilidades: conversación, narración, descripción, fluidez, gramática y contenido informativo; ritmo y melodía; series en orden directo e inverso; praxias orofaciales; repetición; denominación; evocación categorial y comprensión.

2.2.2.- Baterías no estandarizadas:

Evaluación del procesamiento lingüístico de la Afasia (EPLA): traducido por Valle y Cuetos en 1995, se basa en el enfoque cognoscitivo. Consiste en 58 tareas agrupadas en cuatro bloques: procesamiento fonológico, lectura y escritura, comprensión de dibujos y de palabras y procesamiento de oraciones. Está diseñada para que el examinador, a medida que va aplicando las subpruebas, pueda localizar los niveles de procesamiento afectados.


2.2.3- Pruebas para evaluar una modalidad específica:

Este tipo de pruebas se utilizan para completar los datos de la evaluación anterior y valorar en mayor profundidad aquellas áreas en las que se pueden encontrar dificultades.

  • Test Token: prueba diseñada para valorar la comprensión del lenguaje cuantitativa y cualitativamente. Para ello se utilizan fichas de diferentes colores, formas y tamaños.
  • Pruebas de denominación de Boston: prueba complementaria al Test de Boston con la que es posible detectar alteraciones en el léxico en forma de anomia, parafasias, neologismos y conductas de aproximación. Está compuesta por 60 dibujos que el sujeto debe denominar.
  • Pruebas de fluidez verbal: es una prueba que valora dos aspectos. En primer lugar, la fluidez fonológica, que mide la capacidad de nombrar palabras que comiencen por un fonema determinado en un minuto. En segundo lugar, valora la fluidez semántica: se deben nombrar durante un minuto palabras que pertenecen a un determinado campo semántico, comúnmente el de los animales y frutas.

Por tanto, el proceso de evaluación cuenta con dos puntos fundamentales. El primero de ellos corresponde a la historia clínica, imprescindible para conocer cuál es la situación actual del sujeto y de su enfermedad. El segundo de ellos es la realización de pruebas que ayudan a detectar las necesidades relativas a la comunicación y el lenguaje. Considero importante comenzar con una de las pruebas estandarizadas, ya que en un período breve de tiempo valoran todas las áreas y ponen de manifiesto aquellas que requieren una evaluación en profundidad. Además, es recomendable que la evaluación no se centre únicamente en una sola prueba, sino que se contrasten los resultados con otras pruebas más específicas o herramientas como la observación que nos ayudan a comprobar realmente cuáles son los resultados.


Para finalizar, hay que destacar que casi todas las pruebas, sobre todo las estandarizadas, están relacionadas con el enfoque clásico y buscan cuáles son los síntomas que ayudan a clasificar el síndrome afásico. La batería EPLA, sin embargo, está relacionada con el enfoque de la neuropsicología cognitiva y busca objetivar, mediante las diferentes subpruebas, cuáles son los mecanismos dañados. A pesar de que esta prueba es muy completa, siempre es recomendable usarla después de otra estandarizada.

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